Granada, 6/5/3 Emplean tres días en desinfectar la ciudad de tanta suciedad y orines tras las CrucesInagra trabaja en la limpieza de calles y plazas para que mañana vuelva la normalidadEl concejal de Medio Ambiente reconoce estar «desbordado» y «contrariado» por la gran cantidad de basura generada y señala a la falta de civismo como primera causa del problemaLos granadinos no escatiman calificativos para denunciar .la suciedad generada tras el Día de la Cruz y reparten culpas entre el Ayuntamiento y los ciudadanosMIGUEL CARRASCO
Una caótica y lamentable situación ante la que el concejal de Medio Ambiente, Baltasar Garzón, propuso ayer la celebración de una reunión con todos los sectores implicados en la fiesta de la Cruz, a fin de «replantearlo todo» y «buscar soluciones que salven la fiesta de la bochornosa situación en la que se está adentrando». Garzón, que reconoció sentirse «desbordado» y «contrariado» por la gran cantidad de residuos acumulados, señaló que la situación generada este año «es insostenible y se ha pasado varios pueblos », por lo que apostó por «encontrar una solución que logre detener el avance de la cultura del alcohol», ya que «las fiestas no pueden ir por este camino». A su juicio, el aspecto en que ha quedado la capital granadina tras el fin de semana «es muy perjudicial para la ciudad y para la fiesta de la Cruz, ya que retrae a muchos niños, familias y mayores, que no se atreven a salir a disfrutar de las Cruces porque se ha convertido en un espectáculo lamentable». Por el contrario, defendió que «la fiesta tendría que ser un momento de alegría», si bien «este año se ha convertido en una concentración en la que prima la botella», lo que ha generado «problemas de salud a muchos participantes y de insalubridad para toda la ciudad». 24.000 eurosAnte este paisaje urbano, que costará a las arcas municipales una inversión superior a los 24.000 euros, el concejal de Medio Ambiente propuso «una reflexión por parte de todos y una reunión para tomar medidas». Para Baltasar Garzón, «es necesario replantearlo todo y hacer un análisis crítico de la situación en el que deben participar todos los sectores implicados para estudiar soluciones y plantear salidas a la situación actual». A su juicio, el objetivo de este encuentro debe pasar por lograr «un acuerdo de consenso que nos permita no cargarnos la fiesta, al tiempo que nos plantemos ante diversión sin control, basada sólo en el consumo de alcohol». Garzón admitió que «existen muchos fallos por parte de todas las partes en la situación creada», si bien descartó que haya existido una insuficiencia de efectivos para afrontar una fiesta como la del Día de la Cruz. «Creo que no han faltado medios, sino que se ha producido un mal uso de los contenedores y de los dispositivos que instalamos y ante esto poco podemos hacer», lamentó. En cualquier caso, indicó que las conclusiones no pueden ir encaminadas únicamente a la represión de la fiesta. «La solución no debe venir por más mano dura , sino que debemos buscar otras medidas que pasen por la formación y la concienciación de los ciudadanos», sostuvo. El concejal de Medio Ambiente responsabilizó del basurero en que ha degenerado este año la fiesta de la Cruz al incivismo de muchos ciudadanos. Según Baltasar Garzón, «a nadie se ocurre tirar las cosas al suelo en su casa ni orinar en cualquier esquina, pero sí se hace en la calle, porque en Granada se tiene conciencia de que la vía pública no es de nadie». De este modo, el lamentable resultado de la celebración se debe, para el edil de Medio Ambiente, a «una enorme falta de educación e incivismo». Problemas ante los que Garzón apostó por un proceso educativo y formativo que permita hacer que los ciudadanos se conciencien y respeten la ciudad. «Mientras tanto, tendremos que seguir con medidas paliativas y con todas las que obtengamos de las reuniones», añadió. MedidasComo soluciones, se comprometió a contemplar el aumento del personal al servicio de la limpieza y recuperación de la ciudad para el próximo año, así como la instalación de un mayor número de contenedores, papeleras y urinarios, aunque reiteró que «la solución no es ésa, ya que el problema es patológico y la situación se ha vuelto insostenible». Paralelamente, el responsable municipal defendió una intensificación del control sobre la música y el ruido generado por las diferentes Cruces, a fin de evitar el excesivo volumen de la música en algunos enclaves. Asimismo, denunció la utilización de música no andaluza en la fiesta de la Cruz, a pesar de no estar autorizada por el Ayuntamiento de Granada, lo que «supone una ofensa a nuestra cultura».
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