La plaza del Humor y la de Azcárraga esperan el final de sus botellones

La ordenanza entra mañana en vigor e incluye la prohibición de concentraciones en zonas concretas

Javier Becerra

Mañana puede ser el principio del fin para el sufrimiento de algunos de los barrios más castigados por los efectos secundarios del botellón. Al menos así lo esperan sus residentes, sobre todo después de los hechos ocurridos en la madrugada de ayer, que se saldaron con dos detenidos y tres policías heridos.

La ordenanza para la regular la convivencia y el ocio en el espacio público, popularmente conocida como normativa antibotellón, entrará en vigor el lunes. Y, con ella, una serie de instrumentos legales que pretenden atenuar esta práctica, mayoritariamente juvenil, que ha perturbado la convivencia en los últimos años. Se trata de una serie de puntos que, variando el texto original, recogen parte de las demandas vecinales y de diferentes colectivos afectados.

De todas las incluidas, la novedad más importante concreta la posibilidad de declarar ciertas zonas de especial protección. En ellas se prohibirán las concentraciones entre las 22 y las 8 horas y se aplicarán en aquellos ámbitos en que las reuniones de personas sean reiteradas y produzcan una «muy grave perturbación de la convivencia».

A efectos prácticos, esto supondría la erradicación del botellón en las áreas que logren esa calificación. Desde el Concello se ha manifestado que la plaza del Humor, que actualmente es el área más castigada en ese sentido, puede ser una de ellas, ya que existen suficientes informes que así lo acreditan.

En la asociación de vecinos que la representa, Distrito Uno, ven el futuro con expectación y cierta esperanza. «No han puesto ningún cartel ni nada -comenta Beatriz Rodríguez, la presidenta vecinal- y nosotros estamos esperando a ver cómo se desarrollan las cosas. Tenemos esperanza, porque es lo último que se pierde, pero es que tras los planes anti choque o el primer proyecto de ordenanza ya estamos curados de espantos».

Respecto a que encajen dentro del concepto de zona de especial protección no les queda ninguna duda: «Tenemos muchos datos y denuncias que lo demuestran, pero ahora es el momento de que el Ayuntamiento trabaje. Sabemos que no es una cosa que se pueda resolver de un día para otro, que llevará un tiempo y vamos a esperar».

La misma ilusión existe en la plaza de Azcárraga. En la zona el año pasado se llegaron a concentrar hasta 2.000 muchachos. En las últimas semanas ya ha notado un aumento de jóvenes por las noches y sus consiguientes molestias.

«Agardamos a que nos declaren como zona de protección especial, porque senón sería surrealista», indica Anxo Varela, vocal de Medioambiente de la asociación de vecinos de la Ciudad Vieja. «Nós, xunto cos veciños da praza do Humor somos os mais afectados por todo isto, pero e que ademais no noso caso está o de que é o casco histórico da cidade».

«Canto antes»

Los vecinos afectados piden al Ayuntamiento que agilice las decisiones para calificar las zonas de especial protección. «É moi importante que o fagan canto antes -indica Varela- porque senón, agora que empeza o verán, faise o hábito de ir a beber e logo é moito mais difícil de arranxar». Por su parte, Beatriz Rodríguez, avisa que por lo menos dejarán rodar la norma «unas dos o tres semanas» antes de actuar y solicitar ellos mismos que sean declaración con esta mención especial.

En último lugar, Varela destaca otro deseo: «Ogallá que todo esto remate dunha vez e que o Concello o faga con elegancia. Hai que dicirlle a xente que é unha cuestión de civismo e de un comportamente que nos beneficia a todo».

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