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Barcelona, 27/07/05
Condenado el ayuntamiento por permitir el ruido de aires acondicionados
PATRICIA CASTÁN
Una nueva sentencia culpa al ayuntamiento por no haber actuado para evitar los ruidos que martirizan a decenas de vecinos. El caso se ha saldado con la condena al ayuntamiento a indemnizar --por violación de derechos fundamentales-- a los cuatro vecinos que se atrevieron a litigar contra el consistorio. Sin embargo, los vecinos aún no tienen claro que la pesadilla acústica que les perturba desde 1997 llegue a su fin.Afectados de las calles de Cinca y Torras i Bages, en Sant Andreu, han luchado durante años para que se precintase un local de Telefónica, cuyos sistemas de refrigeración se ubican en un patio de manzana, como informó este diario el pasado mes de octubre. En aquel momento, los vecinos estudiaban demandar al ayuntamiento, que había tratado de precintar la central en dos ocasiones, pero había aceptado la negativa de Telefónica ante la posibilidad de dejar sin servicio a sus abonados.
Finalmente, sólo cuatro vecinos se atrevieron a dar el paso, de la mano del abogado Lluís Gallardo, que ha concluido con una sentencia del juzgado contencioso-administrativo número 6, que condena al ayuntamiento por "una abusiva dejación de funciones". El propio consistorio constató el excesivo ruido, pero actuó con "insuficiente eficacia", se señala en la sentencia.
PADECIMIENTOS
El juez concluye que el ayuntamiento, "al haber permitido que no cesara el ruido tomando de modo tajante las medidas que el ordenamiento le permite y el cese de la actividad de modo inmediato con las primeras quejas, ha vulnerado los derechos fundamentales invocados por los recurrentes".
Por ello, continúa, "la evaluación de los padecimientos físicos y psíquicos que soportan con certeza según el sentido común los demandantes con el consiguiente menoscabo de una vida placentera personal, familiar y social, y la consiguiente pérdida de calidad de vida que ello conlleva, lleva a reconocer como un valor mínimo indemnizatorio" 6.000 euros para cada uno de los cuatro demandantes, así como los costes judiciales, que deberán pagar entre el consistorio y la empresa.
Un portavoz vecinal expresó ayer su satisfacción por la sentencia. Aunque la indemnización es "ridícula", el colectivo sólo desea que los ruidos terminen. Sospechan, sin embargo, que la agonía se puede prolongar, porque el ayuntamiento no ha aceptado el traslado de la refrigeración, según un proyecto respaldado por los vecinos.
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