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Granada, 20/07/05
Los afectados por la feria del Zaidín intentarán paralizarla en cuanto empiece
Presentarán partes de baja médica por depresión y reclamarán indemnizaciones por daños y perjuicios al Ayuntamiento por los ruidos
RAFA LÓPEZ «Vamos a ir a por todas. Lo advertimos ahora que hay tiempo, antes de que se den los permisos. Después, que nadie se lamente». Este fue al aviso a navegantes que ayer lanzó el presidente de la Asociación de Afectados por las Fiestas del Zaidín, Festival de Rock y otras Actividades Molestas, Nicolás Ramos, que no se da por satisfecho con el traslado de la muestra de rock zaidinera a terrenos del Parque Tecnológico de la Salud. A su juicio, esa medida no sirve de nada si se mantiene la feria del Zaidín en su misma ubicación de siempre, tal y como ha decidido el Consistorio de Granada. «En cuanto la feria ponga su primera estaca denunciaremos al Ayuntamiento por los daños y perjuicios sufridos en la edición del pasado año», dijo, y añadió que acompañarán su denuncia con los partes de baja por depresión de varios vecinos afectados por los ruidos, por la «porquería» y por el olor a zotal que impera en la zona durante largos días.
Equipos jurídicos
La asociación no sólo denunciará en los tribunales al Ayuntamiento, sino que además intentará impedir a toda costa que se celebre la feria en esta ubicación. Para ello, harán «todo lo posible» por paralizarla en cuanto empiece. Sus equipos jurídicos, dijo, se están preparando para esa finalidad y piensan usar todas las armas legales a su alcance.
El principal problema, según la asociación, viene dado por la proximidad entre el recinto ferial y las primeras casas habitadas: apenas veinte metros de distancia. El ruido de las casetas hizo el año pasado que algunos de los residentes hubieran de solicitar la baja médica por depresión al no poder dormir ni descansar.
Esta asociación recurrió en 2004 a profesionales para realizar varias mediciones del ruido existente. Se encontraron con una paradoja: la feria despide más decibelios que el Festival de Rock del Zaidín. Se hicieron dos pruebas: una con un concierto en marcha y otra en el intermedio, y resultó que la actuación musical era menos estridente que las casetas. Ambas actividades, en todo caso, superaban los niveles aceptados.
«Las fiestas del Zaidín no cumplen las leyes ni las ordenanzas municipales. Es una desfachatez que el Ayuntamiento reclame una nueva ley antibotellón cuando ni siquiera cumple con su propia normativa de espectáculos. No sé para qué queremos más leyes si las que ya hay se incumplen y no pasa nada», manifestó el presidente de la asociación.
Nicolás Ramos emplazó al Ayuntamiento a que aclare de una cuál es su planteamiento: si dar prioridad al descanso de los vecinos o a la fiesta.
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