Exigen el cumplimiento de las sentencias que dictaban el cierre del negocio

Los vecinos vuelven a denunciar al dueño de Carpintería Alba

A. P.

Por su parte, tanto la Fiscalía de Eivissa como la acusación particular pidieron el pasado mes de mayo un año de prisión para el propietario de la carpintería por desobediencia de las sentencias y por mantener abierta la industria.

Nicolás Luque, portavoz de los vecinos, constituidos en asociación expresamente para luchar contra esta edificación y actividad «ilegales», explicó ayer que se sienten completamente abandonados por las instituciones. «Porque no sabemos ya a quién recurrir para que se cumplan las sentencias que pueden impedir las enormes molestias que tenemos que sufrir por los continuos ruidos y malos olores producidos por productos químicos. Es especialmente grave cuando se trata de un edificio completamente ilegal y de un negocio que no hace más que crecer y además intentan que sea legalizado». Sin embargo, las sentencias judiciales dictadas consideran «ilegales e ilegalizables» las obras realizadas.

Luque asegura que ésta es la quinta vez que intentan que se celebre el juicio por incumplimiento de la orden judicial de cierre de la carpintería. «El propietario siempre ha encontrado excusas. Un día le dolía una pierna y otro no podía ver bien con un ojo. Ahora veremos qué excusa presenta para no acudir a los juzgados», explica el portavoz de la asociación. «Es insoportable vivir en esta zona por los enormes ruidos que produce la carpintería. Sólo pedimos justicia y que se cumplan las sentencias: que se cierre el negocio y se derribe la parte que corresponda», remarca Luque.

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