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Cádiz, 17/07/05
La movida perjudica cada vez más a los hosteleros
Bares, cafés, hoteles, restaurantes y tiendas de Ingeniero La Cierva ven como este fenómeno juvenil les afecta negativamente cada verano
KEKO ROMERO SÁNCHEZ El verano ha llegado otro año más y todo el mundo lo esperaba con anhelo. En especial los más jóvenes, pues para ellos esto significa tres meses de tiempo libre para ir a la playa, al campo, viajar y cómo no, por las noches a divertirse a todo trapo.
La movida sigue siendo un tema espinoso que genera ríos de tinta y trae de cabeza a muchos sectores de la ciudad, como el equipo de gobierno o los vecinos de la zona. Pero hay un colectivo que vive desde muy cerca los efectos negativos de esta práctica, que es la hostelería. Este grupo de personas tiene que aguantar cada fin de semana el exceso de ruido, de basura y en algunos casos el vandalismo.
Como ya saben todos los ciudadanos, la movida se traslada de un lugar a otro de Cádiz dependiendo de la temporada. Si es en invierno cuando la gente joven coloniza las diferentes plazas del centro de la ciudad, cuando llega la temporada estival todo se traslada a la glorieta de Ingeniero La Cierva, gran espacio abierto donde se concentra gran cantidad de locales de ocio y diversión.
Bares, cafeterías, restaurantes, heladerías, hoteles y tiendas ven como la movida nocturna complica su situación cada vez más. Por lo menos así lo ven los propietarios del estanco de la glorieta: "Cada vez vamos a peor, más basuras, más orines, todas las mañanas encontramos el mostrador lleno de vasos y botellas, lo utilizan como si fuese la barra de un bar." La misma situación se repite en el kiosco de prensa de enfrente.
Los bares y cafés con terraza también se ven en situaciones de desesperación, en concreto un camarero del bar La Tacita de Plata, que está situado en plena plazoleta, comenta como, dependiendo de la noche y la afluencia de personal, se ve obligado a desalojar a sus clientes de la terraza por la afluencia masiva de gente joven al botellón: "Si los chavales están tranquilos aguantamos, pero de vez en cuando se forma una pelea y ya es insostenible". Respecto al problema de las terrazas, la heladería Mira, en la esquina de Muñoz Arenillas, cuenta con un problema similar, ya que se ven obligados a cerrar antes de su hora. Dos son las causas que motivan esta situación: que los chavales que acuden al botellón utilicen sus servicios, impidiendo el uso a sus clientes, y la clausura de la terraza debido al paso masivo de gente.
La encargada de McDonalds ve en la movida una especie de arma de doble filo. Por un lado, la caja que se hace esas noches es muy buena, pero por el otro hay noches que se dan casos de vandalismo en el restaurante.
Otro de los principales efectos negativos de la movida es el ruido, no sólo el inevitable murmullo, también las ocasionales peleas, botellas y vasos rotos o los coches con la música alta. Es el factor que más han criticado los establecimientos hoteleros.
La residencia El Tiempo Libre se ve muy afectada. La dirección recibe muchísimas quejas todos los días ante la imposibilidad de poder descansar. "Lo peor del caso es que se trata de turismo social, que no puede permitirse cambiar a otro hotel en Málaga, Huelva o donde sea, además en esta calle la recogida de basura se efectúa por la mañana, por la noche no nos deja descansar el ruido de la movida y por la mañana temprano el servicio de limpieza y recogida del Ayuntamiento", declaró el personal de dirección del centro.
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