Los empresarios piden a la Junta que prohíba beber en la calle para no perjudicar al turismo

La CEA critica que algunas compañías aéreas ofrezcan como reclamo el botellón. El Gobierno andaluz está dispuesto a hacer una ley siempre que haya consenso

EFE

Así, indicó Herrero, la CEA ha reclamado que se establezcan las normas necesarias para que se impida beber alcohol en la vía pública, «ya que en estas fechas el fenómeno se traslada a zonas de mucho turismo y ocio» repercutiendo en la imagen exterior que da la ciudad, argumenta.

«Sin cortapisas»

Sobre esta petición, la consejera señaló que la Junta «no va poner cortapisas» y que se legislará en este sentido siempre que la medida «esté consensuada con los sectores sociales, empresariales y la Federación de Municipios». Naranjo manifestó que tras la reunión, la Junta ha entendido «las inquietudes del sector, sobre todo de la hostelería» y afirmó que el Gobierno andaluz y los empresarios «tenemos intereses comunes al tratarse de una cuestión multidisciplinar».

Sobre el fenómeno del botellón, los empresarios no ven suficiente la prohibición de venta de alcohol a partir de las diez de la noche «porque siempre hay lugares en donde se puede comprar», aseguró Herrero, que añadió que al fenómeno de la movida «se le están incorporando otros fenómenos sociales muy negativos para nuestra economía».

El presidente de la Asociación Andaluza de Hostelería y vicepresidente de la CEA, José Manuel Ledesma, añadió que el sector turístico no puede consentir, por ejemplo, que compañías aéreas de bajo coste oferten a los jóvenes de otros lugares «que vengan a Andalucía para disfrutar del botellón».

Ledesma insistió en la imagen negativa que ello significa y criticó que ayuntamientos como el de Granada «han estado ofertando la ciudad como el mejor botellón del mundo». El presidente de los hosteleros indicó de esta manera que no se trata de un problema exclusivamente de pérdidas «sino de un perjuicio para el turismo».

En relación a la prohibición del consumo de alcohol en la calle, Evangelina Naranjo precisó que sería «una regularización, no una prohibición», porque cada municipio tiene el control territorial en esta materia y por tanto la potestad para decidir «dónde y en qué fechas se puede beber alcohol». «Tendremos que estudiar la articulación», dijo la Consejera «aunque ya hay ocho comunidades que lo tienen hecho, pero de todas formas se trata de llegar a un acuerdo», insistió.

La reunión de ayer «es el inicio de una serie conversaciones» afirmó la consejera, que van a proseguir el lunes con la Federación Andaluza de Municipios (FAMP), con la que se van a tratar algunas cuestiones en la que será un tema «prioritario» el botellón.

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