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Vilafranca, 29/01/04
Vilafranca endurece las multas para garantizar la «convivencia ciudadana»
Una nueva normativa contempla sanciones de hasta 300 euros por ensuciar bienes públicos, exceder los límites de ruido o no recoger los excrementos de los perros
Maribel Cañellas
El Ayuntamiento de Vilafranca se ha propuesto convertir el municipio en un modelo de convivencia ciudadana y ejemplo en materia de seguridad y respeto con el entorno. Todo ello pasa por una nueva normativa de casi 80 artículos, que a modo de constitución, el Consistorio comenzará a aplicar de manera inminente, tras ser aprobado el pasado martes en sesión plenaria.El documento en cuestión «quiere ser un instrumento de trabajo para la policía para que de esta forma se mantenga el orden y el respeto entre vecinos», explicó el alcalde Joan Sansó.
El llamado «Reglamento General de Policía y Convivencia Ciudadana» contempla tanto las obligaciones de los vilafranquers como de los propios agentes y los deberes a los que están sujetos. De no cumplirse la normativa se han estipulado sanciones según la infracción y la reincidencia en el delito. Para su elaboración se ha trabajado duro, «tomamos de 10 Ayuntamientos aquellas propuestas interesantes y acordes con nuestro municipio», prosiguió.
El informe -de más de 20 páginas- hace hincapié en el mantenimiento de los espacios y bienes públicos siendo objeto de multa todas aquellas agresiones o actitudes irrespetuosas o que causen el deterioro de las mismas. Sirva como ejemplo alguna de las prohibiciones: pegar rótulos, carteles o folletos en el mobiliario urbano, paredes o fachadas de titularidad pública. En este caso el Ayuntamiento ha establecido sanciones que van desde los 90 a los 180 euros. En caso de reincidencia la pena irá de 180 a los 300 euros.
Más limpieza
Lo mismo sucede con aquellas personas que lancen papeles, practiquen actividades que puedan suponer un riesgo para las zonas verdes, enciendan fuego o se bañen, den de beber o aseen a los animales de las fuentes públicas. Y así un largo etcétera.Los vecinos deberán abonar de entre 180 a 300 euros si celebran fiestas, conciertos o actividades sin previa petición al Consistorio.
Mientras, las infracciones urbanísticas se sancionarán conforme a la legislación insular. La administración municipal dedica todo un capítulo al cumplimiento de las normas de tráfico y seguridad vial. Las multas más duras serán para aquellos que no respeten los límites de velocidad y sobre todo a los vehículos que superen el exceso de ruido permitido. En este sentido cabe destacar que también se impondrán penas a todo ciudadano cuya alarma de seguridad no esté homologada. Para este cometido el Ayuntamiento se ha propuesto crear un registro de todas las existentes en el municipio.
Estas son tan sólo algunas de las disposiciones contempladas. Otros artículos hacen referencia al cuidado de los animales. Todos los perros catalogados como peligrosos tienen la obligación de llevar bozal y también se multará a los propietarios que no recojan sus defecaciones.
El Ayuntamiento tampoco ha obviado el mantenimiento de las viviendas, la limpieza de solares o el exceso ruido de locales.... Las multas en estos casos pueden llegar a superar los 600 euros.
El documento también se refiere a la lengua diciendo que «se tendrá especial atención de utilizar el catalán como lengua propia y protegerá y fundamentará las manifestaciones culturales autóctonas e historicas que nos unen al resto de paises catalanes»
Los vecinos tendrán a partir de ahora un arduo trabajo: leer esta extensa normativa y ser consecuentes. Para ello se enviarán folletos informativos y se publicará el reglamento en la página web.
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