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Eivissa, 25/01/04
La rotonda de Juan XXIII, el punto más ruidoso de la isla de Eivissa
J. LL. ferrer
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La auditoría ambiental de Eivissa, a pesar de reconocer que "todos los ayuntamientos de la isla disponen de ordenanzas municipales que regulan esta materia", admite también que "estas ordenanzas municipales de regulación se encuentran bastante desfasadas, y no incluyen una zonificación del municipio en función de los niveles máximos, al tiempo que no incluyen las últimas recomendaciones que se hacen en la Directiva 2002/49/CEE".
Asimismo, el documento señala que "se detectan dificultades para garantizar el cumplimiento de la normativa, ya sea porque el Ayuntamiento no dispone de medios técnicos y humanos, ya sea porque las determinaciones de la normativa son de difícil cumplimiento". DeficienciasPor ejemplo, en el caso del municipio de Eivissa la ordenanza municipal no identifica siquiera qué zonas son turísticas y cuáles no, a pesar de que los niveles máximos de ruido autorizados son diferentes en cada caso.En cuanto a Sant Antoni, "es necesario poner de manifiesto que el Ayuntamiento aún no dispone de sonómetro, aunque a través del informe Ecotur se ha planteado la adquisición de uno que permita controlar el problema del ruido y hacer cumplir la normativa". Los ayuntamientos de Sant Joan, Sant Josep y Santa Eulària "no han facilitado ninguna información referente al ruido que permita evaluar la situación del control y la gestión de la contaminación acústica", señala la auditoría, realizada en junio del año pasado. |
La rotonda de Juan XXIII, la de Can Sifre, la calle Castilla, Ca na Negreta, la Avenida de España y la Avenida de Ignasi Wallis son, por este orden, los puntos con mayores índices de ruido de Eivissa, según pone de manifiesto un estudio de la Auditoría Ambiental efectuado por la empresa Minuartia-Duna para el Consell Insular.
Las mediciones efectuadas por los técnicos de dicha compañía revelan que en la rotonda de Juan XXIII se registran 80,20 decibelios de promedio -en horario nocturno-, cuando el máximo permitido por la ley en zonas exteriores es de 65 decibelios. El decreto 20/87 del Govern balear fija los niveles máximos sonoros en las islas.
A continuación, aparece como lugar más ruidoso de la isla la rotonda de Can Sifre, donde se midió un promedio de 79 decibelios, en horario diurno, que sobrepasa también holgadamente los máximos tolerados legalmente.
En las inmediaciones de Ca na Negreta, en la carretera de Santa Eulària, se midieron 78,40 decibelios durante el día, nivel muy parecido a los 78,60 que se registraron en la calle Castilla.
Tanto la Avenida de España como la de Ignasi Wallis registraron un promedio de 76,50 y 76,30 decibelios, respectivamente, durante el día.
Estas cifras son sobrepasadas cuando se observan los índices máximos, aunque los responsables del estudio aseguran que el índice más importante y el habitualmente usado es el que refleja el promedio entre los niveles sonoros más elevados y los más bajos.
Por municipios, el de Eivissa es el que registra más puntos donde se superan los niveles máximos permitidos por el decreto 20/87, pues de los 22 lugares donde se han tomado medidiciones, sólo hay cuatro donde no se supere el tope durante el día o durante la noche.
En Sant Antoni se hicieron mediciones en 11 puntos del municipio y cinco de ellos están dentro de los límites autorizados, tanto de día como de noche.
De los cinco puntos analizados de Sant Joan, sólo dos presentan desviaciones respecto al máximo y una proporción parecida se observa en los análisis de Sant Josep.
En Santa Eulària, de las 19 muestras tomadas, en 12 se superan los máximos de día o de noche.
Todas las mediciones fueron tomadas fuera de la temporada turística, con lo que los índices de ruido nocturno habrían sido seguramente superiores en ese caso, advierte el informe.
Sant Josep, el municipio más molesto
A pesar de que el municipio de Eivissa reúne el mayor número de puntos con más ruido de la isla, son los ciudadanos de Sant Josep los que peor nota dan al ruido que deben soportar.Según la auditoría ambiental, los habitantes del municipio de Sant Josep otorgan un 2,28 a los niveles de ruido de su entorno, dentro de una escala que va de 1 a 5. Los residentes en Eivissa otorgan un 2,8 a este concepto, y los de Sant Antoni, alrededor de un 2,9. Superando el valor de 3 se encuentran el municipio de Santa Eulària y el de Sant Joan, siendo los que mejor valoran la calidad acústica de su entorno.
En el término municipal de Eivissa, los principales motivos de queja y denuncia por ruido son las infracciones del horario de música por parte de los bares (56% del total), así como el excesivo volumen de dicha música (21%)
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