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Valladolid, 08/01/04
El alcalde podrá sancionar hasta con 750 euros por tirar papeles al suelo
La quema de contenedores o el destrozo de mobiliario urbano acarreará multas de hasta 3.000 euros, según el borrador de la ordenanza para la protección de la convivencia El texto aumenta las penas por realizar pintadas o pegar carteles en las fachadas de 90 a 1.500 euros
Víctor M. Vela
Los actos vandálicos obligaron durante el año pasado al Ayuntamiento a desembolsar casi 450.000 euros para reparar y sustituir el material dañado en papeleras, contenedores o jardines públicos. El alcalde, Javier León de la Riva, llevaba meses anunciando un endurecimiento de las sanciones por este tipo de actos incívicos -«promesa electoral», ha recordado- y ayer presentó el borrador de la ordenanza municipal sobre protección de la convivencia ciudadana y prevención de actuaciones antisociales. Lo hace a principios de enero, con la entrada en vigor de las medidas de modernización del Gobierno Local, y la adquisición de potestad para que el alcalde imponga una mayor cuantía de sanciones administrativas por este tipo de comportamientos «que dañan al conjunto de la sociedad».De este modo, se reúne en un solo texto la normativa existente hasta el momento y se am- plían y endurecen las cuantías y acciones que pasan a ser consideradas como vandálicas o antisociales. Todas ellas, además, con multas que pueden llegar a alcanzar los 3.000 euros en los casos más graves, como puede ser, por ejemplo, arrancar una señal de tráfico, quemar un contenedor de basura o cazar y matar pájaros u otros animales. Hasta ahora, recordó ayer el regidor, la máxima sanción era de 150 euros.
El alcalde aseguró que «con la promulgación de esta ordenanza no vamos a resolver este asunto ni va a desaparecer completamente, pero sí que vamos a notar una disminución. No es una solución, pero sí una respuesta disuasoria que impulsa el Ayuntamiento, como representante de la mayoría de ciudadanos respetuosos con su ciudad».
Una lucha por el respeto que se trasladará a aspectos que van desde la limpieza a la conservación del mobiliario urbano, los jardines o las fachadas de los edificios -tanto públicos como privados-, el ruido o malos olores.
El capítulo sancionador recoge acciones ya penadas -como orinar en la vía pública o realizar pintadas- pero incorpora otras nuevas y amplía la cuantía de las multas impuestas en cada uno de los casos, «con independencia de lo que luego establezca, si es preciso, la sanción penal». El borrador del texto -que, tras su paso por la comisión pertinente, será aprobado en el pleno, presumiblemente de este mes de enero- desglosa cada una de las actividades y las posibles sanciones.
Escupir y música alta
«Los ciudadanos tienen la obligación de depositar los residuos sólidos en las papeleras y contenedores correspondientes. Se prohíbe arrojar o depositar residuos, desperdicios o cualquier tipo de basuras y escombros en las vías públicas», reseña uno de los artículos del borrador de la ordenanza. Por ejemplo, lanzar un papel al suelo, «tirar cosas por la ventanilla del vehículo, o vaciar el cenicero mientras está parado en un semáforo» podrá ser sancionado como infracción leve, con una pena de hasta 750 euros.También serán multadas las «actitudes antihigiénicas», como orinar o escupir en la vía pública, una situación que se repite casi a diario, con especial atención los fines de semana, «cuando la Policía Municipal localiza a entre veinte y treinta personas haciendo aguas menores en la calle», reseñó el alcalde.
León de la Riva aseguró que «vamos a meter mano a las discotecas rodantes», con lo que podrán ser multados los conductores que lleven la radio puesta a un volumen muy elevado y con las ventanillas abiertas. También se prohíbe la colocación de carteles o publicidad, lanzar octavillas o folletos en la calle o colgar pancartas de los balcones, por ejemplo, las que poblaron Girón contra el proyecto de Cruz Roja.
El reglamento de limpieza establecía multas de hasta noventa euros por realizar pintadas. Ahora, podrán ser consideradas falta grave (hasta 1.500 euros) y muy grave si se produce en señales de tráfico (hasta 3.000). Serán sancionados quienes muevan los contenedores, no recojan las deposiciones de sus mascotas, entorpezcan la vía pública, almacenen o apilen productos en las terrazas o se bañen en las fuentes. La ordenanza también prohíbe a los repartidores de publicidad colocar la propaganda fuera del portal de los edificios. En el caso de los buzones colectivos para publicidad, no podrán estar instalados en la fachada del inmueble, sino en su interior, «como mucho, bajo los telefonillos».
La concejala socialista, Carmen Vallejo -en una primera valoración tras leer el borrador- afirmó que «nos hubiera gustado que además de sanciones hubiera una mayor carga positiva con asuntos como educación y que los agentes sociales, los vecinos, hubieran participado más en la redacción del proyecto».
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