Elche, 28/2/3 Un asfalto especial reducirá en un 35% el ruido en las calles con más tráfico rodadoEl revestimiento permitirá adecuar los índices de contaminación a la nueva ley.El Ayuntamiento contratará una empresa para hacer el mapa acústico del términoGENOVEVA MARTÍN
El problema tiene difícil resolución por parte de la Administración local. Los controles no sirven de mucho porque los vehículos suelen cumplir de uno en uno con los niveles de ruido permitidos, salvo algunas que otras motocicletas con los tubos de escape trucados. La contaminación se genero casi siempre por acumulación. Algunas calles, como son Blasco Ibáñez, Juan Carlos I, Cristóbal Sanz, Doctor Caro y avenida de Novelda, registran un volumen de tráfico que resulta insostenible para sus vecinos. La solución no puede ser más que parcial, según los ingenieros municipales, y consiste en amortiguar al máximo el ruido que genera el rodamiento de los vehículos sobre el firme de la calzada. Hace un año, los servicios técnicos del Ayuntamiento aconsejaron probar una nueva capa asfáltica que se estaba empleando ya en otras ciudades. Este material, conocido como microaglomerado, absorbe en un 35%el ruido que genera el paso de los vehículos. Ya se ha probado su eficacia en varias calles. Una de ellas es Concepción Arenal, una arteria con mucho tránsito, y la otra, la calle Almansa, una vía rápida, situada en la zona norte de la ciudad. Se eligieron como campo de prueba por sus características, distintas entre sí. El ensayo ha demostrado que el nuevo recubrimiento amortigua verdaderamente los ruidos, pero tiene un serio inconveniente. El tráfico pesado, como son camiones y autobuses deterioran el firme con mucho más rapidez que cuando éste se recubre con la capa asfáltica normal. Las zonas de estacionamiento sufren también un desgaste mayor que la calzada. El edil de Contratación, José Brotons, explica que «la capa se levanta con mucha facilidad en los lugares de aparcamiento porque se deteriora con rapidez cuando se producen tracciones bruscas, tal como ocurre en las maniobras para aparcar el coche». Éste es el principal escollo con el que se han encontrado los técnicos . Ha impedido la generalización de la colocación del microaglomerado en las calles con tránsito intenso. Según Brotons, «se están buscando soluciones para resolver los inconvenientes». Lo que sí parece claro es que se tiene previsto emplear este tipo de material, pase lo que pase, para reducir la contaminación acústica. El precio del producto es bastante más elevado que la capa asfáltica que se usa habitualmente en las calles del casco urbano. Además se tiene que renovar con más frecuencia. La Ley de Protección de Contaminación Acústica, aprobada el pasado 3 de diciembre por las Cortes Valencianas hace especial hincapié en la obligación que tienen los ayuntamientos de reducir los niveles de ruido, entre ellos el producido por el tráfico. Especifica que los municipios con más de 20.000 habitantes tienen que elaborar un mapa acústico para conocer con exactitud los diferentes puntos de contaminación. Se dispone de seis meses para su confección. El Ayuntamiento tiene previsto contratar en breve una empresa especializada para que confeccione el mapa, según explica el edil de Medio Ambiente, Andrés Amorós.
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