Los vecinos de Son Ferrer presentan más de 130 alegaciones contra la desaladora

El Ibaen solicita la licencia de actividad casi tres años después de inaugurar la planta

El ayuntamiento de Calvià ha recibido hasta el momento más de 130 alegaciones particulares por parte de vecinos de Son Ferrer contra la solicitud por parte del Ibaen de conseguir la licencia de actividad a la desaladora situada en el citado núcleo de población, infraestructura que está en funcionamiento desde el verano del año 2000.

El informe del Ibaen, que ha estado diez días en exposición pública, desembocará probablemente en la concesión de la licencia por parte del Ayuntamiento, después de haber estudiado las alegaciones y emitido los informes necesarios.

Un total de 133 alegaciones particulares fueron entregadas en el área de Urbanismo del Ayuntamiento el pasado lunes día 10 por el regidor de UM, Isidre Cañellas, que ha ejercido de “intermediario” entre vecinos y consistorio, según sus propias palabras.

En las alegaciones se hace constar la “oposición total y rotunda a la concesión de la licencia por parte de este Ayuntamiento a la desaladora de Son Ferrer” con motivo de “sus sucesivos y elevados ruidos”. Además, los vecinos alegan “un gravísimo impacto visual en una zona rústica paisajísticamente protegida” y el hecho de “no respetar las distancias para instalar la desaladora”.

Por todo ello, los particulares reclaman la “denegación” de la licencia de la infraestructura, o “subsidiariamente su cambio de emplazamiento a más de 2.000 metros de distancia de todo núcleo urbano”.

La Asociación de Vecinos de Son Ferrer, que agrupa a unos 580 socios, también ha presentado una alegación colectiva contra la desaladora en la que también se reclama la denegación de la licencia o bien su emplazamiento a dos kilómetros de Son Ferrer.

Miguel Pacheco, presidente de la asociación, explicó que el equipo de gobierno socialista “se ha comportado con indiferencia y desprecio hacia los vecinos de Son Ferrer en el tema de la desaladora, e incluso ha intentado dividir a los residentes”. La asociación vecinal presentó una demanda judicial hace un año contra la desaladora.

El dato

Una instalación que provoca ruidos y vibraciones molestas

La desaladora de Son Ferrer, instalada por vía de urgencia en unos terrenos rústicos cercanos al núcleo de población en verano del año 2000, ha creado controversia desde el primer momento. Los vecinos vienen denunciando desde hace casi tres años la existencia de fuertes ruidos y vibraciones procedentes de la planta, un hecho que ha sido confirmado por al menos dos mediciones oficiales.

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