Fresno incumple la orden de paralizar las obras junto al colegio Menéndez Pelayo

El centro denuncia los «molestos ruidos» que provocan las excavaciones

CONSTAN BATALLA

Caso omiso. Ése es el que ha dispensado Proyectos Fresno, S. A., a la instancia del Ayuntamiento ovetense emitida en la mañana de ayer. En ella, la Concejalía de Urbanismo ordenaba «la paralización cautelar e inmediata de las obras que se ejecutan en General Elorza, 64». En este sentido, Jenaro Palacio Caicoya, adjunto al jefe de sección para disciplina urbanística, denunciaba que los trabajos se estaban desarrollando «sin proyecto de ejecución y, por lo tanto, carece de permiso de inicio de obras». Por este motivo, desde el consistorio se indica que «la concesión de la licencia implica el levantamiento de la paralización».

La posible desconsideración de la ordenanza municipal podría constituir un delito de desobediencia a la autoridad prevista, penado en el Código Penal en el artículo 556, o de falta de conformidad, tipificado en el 634 del mismo texto.

Unos extremos a los que esperan no llegar los «sufridores», como se definen desde la propia dirección del Colegio Menéndez Pelayo, ante los incesantes ruidos provocados por las excavaciones llevadas a cabo en el solar contiguo a las aulas. A la denuncia, además, se suman la asociación de padres, del mismo del mismo centro educativo, y el colectivo de vecinos de Fuente Pando-Pumarín. Éstos darán conocimiento de la situación a la Consejería de Educación hoy, mediante un escrito.

No es la primera vez que se tienen que unir para solicitar una paralización del solar de General Elorza, 64. De hecho, en diciembre del año pasado, se denunció «el peligro que suponía la caída de cascotes» al patio, explica José Ramón Sariego, presidente vecinal . Entonces, se llevaba a cabo el derrumbe del edificio anexo. Tras trasladar este temor a las concejalias de educación y urbanismo, se paralizaban las actuaciones hasta las vacaciones de Navidad. Los incordios, se repitieron de nuevo, la semana pasada cuando la obra llegó a su fase de perforación. «Los ruidos de la máquina excavadora son, cuando menos, molestos», concluyen los afectados.

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