Quejas de una comunidad por el aperitivo del mediodía en la calle

J. J. G

No se trata sólo del botellón. Existen otros hábitos de consumo de alcohol o del simple aperitivo del mediodía que molestan a algunos vecinos.

Es el caso de la comunidad de residentes de la avenida de España 30, la conocida como plazuela de los maestros, ya que estas viviendas las construyó en su día una cooperativa de docentes.

El centenar de vecinos lleva años quejándose por las molestias que les ocasiona la aglomeración de clientes en la plazuela (los sábados, domingos y días festivos), consumiendo bebidas y pinchos fuera de los cuatro bares que existen, sin tener terrazas autorizadas para ello.

Con la Ley de Ocio en la mano, estos vecinos podrían denunciar ahora y requerir a la Policía que denuncie tanto a los bares que venden bebidas para consumir fuera de los establecimientos como a los clientes que consuman alcohol en la calle.

El legislador ha previsto que le ley se cumpla cuando surge el motivo que la ha inspirado, es decir conciliar el derecho al ocio de unos con el derecho al descanso de otros miembros de la comunidad.

No se trata de multar a alguien que va por la calle tomando una cerveza pero sí se requiere una intervención cuando se produce la colisión de derechos. «Llevamos años con denuncias y quejas y con la nueva ley lo volveremos a plantear», afirmó a HOY uno de los vecinos.

Esta plaza es algo especial ya que es una urbanización privada, un espacio privado, aunque de uso público. En la entrada hay carteles desde hace años que prohíben el consumo fuera de los bares, pero no se cumple. Es frecuentada por grupos y familias ya que es un espacio seguro para los los niños pequeños.

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