El bullicio del 'Barrio' excede los niveles de ruido pemitidos

Algunas mediciones alcanzan los 87 decibelios y la UE recomienda 55 por la noche

Los primeros datos del estudio que la brigada de la Policía Local que controla la contaminación acústica elabora en el Casco Antiguo arrojan algo que los vecinos ya saben, que el ruido en la zona es excesivo, y muchas veces no tanto por los pubs como por el bullicio de las miles de personas que caminan por sus calles o que toman una copa en cualquiera de las terrazas dispuestas al efecto durante todo el año.

La unidad de la Policía Local que trabaja con el laboratorio móvil acústico para medir los excesos sonoros de la ciudad elabora desde hace dos meses un estudio para conocer el impacto del ruido que tiene una zona saturada de pubs como es el Casco Antiguo. Los primeros datos del estudio que elabora la brigada de aperturas y disciplina urbanística de la Policía Local arrojan una realidad que los vecinos de la zona están hartos de denunciar, y es que los límites sonoros se superan ampliamente durante las noches de los fines de semana.

Los responsables de esta brigada han llegado a medir desde el interior de una vivienda niveles de hasta 87 decibelios, cuando las cifras medias de las legislaciones europeas marcan un máximo de 55 decibelios.

La ordenanza municipal sobre protección contra ruidos y vibraciones es aún más restrictiva y señala que el nivel de ruido que se transmite y llega al interior de las viviendas no debe superar durante el día los 35 decibelios y entre las diez de la noche y las ocho de la mañana los 30.

Para permitir la actividad de establecimientos musicales, aquellos que superen los 75 decibelios deberán desarrollar su actividad con las ventanas y las puertas cerradas y se le exige que instale doble puerta y aire acondicionado.

Las cifras medias de las legislaciones europeas marcan como límite aceptable 65 decibelios durante el día y 55 por la noche, algo que no se cumple. Además de molestar a quienes no participan del bullicio, puede llegar a deteriorar la capacidad auditiva de las personas cuando se perciben sonidos constantes de entre 75 y 125 decibelios. Estos niveles comienzan a ser dolorosos a partir de los 140.

El estudio se elabora en diferentes días durante ocho horas, desde las once de la noche y hasta las cinco de la mañana. La unidad tiene todavía que medir la contaminación acústica de lunes a miércoles y los domingos por la noche, cuyos niveles no tienen nada que ver con los del fin de semana. El 18 de marzo el mínimo de ruido registrado fue de 69 decibelios mientras que el máximo fue de 87,6 a las 4,44 horas. Es superior a los decibelios que hay en una oficina, que ronda los 70, el interior de una fábrica, que es de 80, y se aproxima al que produce el tráfico, de 85 decibelios.

La brigada pretende elaborar un mapa acústico, en primer lugar de esta zona, para determinar aquellos puntos que están saturados. Una vez que finalice el estudio lo presentarán al Ayuntamiento para que tome las decisiones pertinentes. Acutualmente la Comunidad elabora una ley que trata de prevenir, vigilar y corregir el ruido en todos los municipios.

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