El bombero pirómano del 'botellón'

Los afectados por la movida granadina estamos indignados por las medidas con las que el concejal de Juventud de Granada, Reynaldo Fernández, pretende supuestamente remediar los efectos del botellón. En las alternativas de ocio que el Ayuntamiento está organizando participan unos pocos cientos de jóvenes, frente a los más de 10.000 que se concentran en el botellón.

Fernández alega que son medidas a largo plazo (¡y tanto!), pero que la Concejalía de Tráfico y Seguridad Ciudadana ha destinado 20 policías más para los fines de semana (serán secretas, porque no hay quien los encuentre por las calles) y que la Concejalía de Medio Ambiente ha dictado una de las ordenanzas contra el ruido más estrictas de España (que son papel mojado, porque no exigen su cumplimiento, empezando por los conciertos de rock organizados en el campus de Ciencias por la Diputación el 20-22 de abril) y trabaja intensamente en la limpieza de las zonas afectadas por la movida (es lo único cierto, pero ¿por qué hemos de pagar los ciudadanos los destrozos de los que incumplen la ley?). Este Ayuntamiento es como el bombero pirómano: por un lado fomentan el desmadre y luego aparentan que intentan sofocarlo.

Ezequiel Delgado Barroso. Granada.

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