El 50% de jóvenes barceloneses sufre pérdida auditiva grave por culpa del ruido

La escucha continuada de música a todo volumen con auriculares provoca daños auditivos irreparables, según un estudio

Hasta ahora no se sabía qué era peor: si salir a la calle y sufrir el fragor del ruido de coches, motos y compresores de obras sin taparse los oídos, o colocarse unos auriculares, ponerse música a todo volumen y aislarse del barullo exterior. Las primeras conclusiones de un estudio científico que evalúa la pérdida de capacidad auditiva entre los jóvenes de Barcelona apunta que el remedio es peor que la enfermedad.

La mitad de los barceloneses de entre 18 y 27 años sufre lesiones auditivas preocupantes o graves por culpa de la contaminación acústica, según los primeros datos de la investigación que lleva a cabo la escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Salle (Universitat Ramon Llull). La escucha continuada de música con auriculares es un factor de riesgo clave, apunta el trabajo. Ayer, día internacional de Sensibilización contra el Ruido, el impulsor del estudio, el profesor de Ingeniería de la Acústica Robert Barti, explicó que de un primer grupo de 70 jóvenes examinados, un 16% presenta problemas auditivos graves y un 33%, preocupantes. "Todos ellos -explicó ayer- tienen hábitos acústicos extremos, como por ejemplo oír música en ‘walkmans’ a alto volumen, frecuentar discotecas y residir en núcleos urbanos." En los casos más preocupantes, Barti certifica que "la pérdida de audición es permanente" y se manifiesta "en la dificultad de entender a un interlocutor a poca distancia en espacios ruidosos".

El profesor -uno de los máximos expertos en contaminación acústica de la ciudad- citó la ley francesa que impide que un "walkman" emita ruidos por encima de los 100 decibelios como paliativo a una tendencia que apunta al alza. Los primer datos del estudio universitario -que tendrá continui- dad- evidencia de nuevo cuál es la gran asignatura pendiente del Ayuntamiento en el campo medioambiental.

Curiosamente, el trabajo de investigación empezó cuando varios profesores de la escuela universitaria se dieron cuenta de que algunos de sus alumnos tenían problemas de audición en algunos ejercicios con aparatos de medición del ruido. Tras comprobar que las máquinas estaban bien calibradas, el equipo de Robert Barti se dio cuenta de que eran los alumnos los que tenían problemas serios de audición.

Más noticias de este mes | Último mes | Índice general de noticias
Página principal de ruidos.org