Barcelona, 26/5/2001 La mitad de los jóvenes sufre daños auditivos por el ruido
BLANCA FLAQUER · BARCELONA
La investigación, basada en audiometrías y encuestas a 60 estudiantes, revela que el 33% de los jóvenes padece deficiencias auditivas leves. Otro 17% de los encuestados sufre daños graves y "necesitará utilizar audífono a los 40 años", según Robert Bartí, director del Centro de Desarrollo Acústico de la Escuela (CeDA) de Ingeniería y Arquitectura de La Salle, responsable del estudio junto con la empresa de material de aislamiento acústico Protasa. HABITOS PERJUDICIALESLos jóvenes con problemas de audición graves coinciden en los hábitos acústicos de riesgo. El 35% de los estudiantes va a discotecas una vez por semana, y el 44%, una vez al mes.Uno de cada cuatro encuestados escucha música con auriculares cada día. Además, las canciones se oyen a un nivel mucho más alto del aconsejado en la mayoría de casos. En Francia, la ley prohíbe la fabricación de walkman con salida de audio superior a los 100 decibelios. Por el momento, en España no hay ninguna normativa al respecto. Entre el tercio de personas con pérdidas auditivas leves no todos siguen hábitos de riesgo, y el estudio apunta como causa la contaminación acústica de las ciudades. En Barcelona es frecuente soportar niveles de ruido de entre 75 y 90 decibelios, lo cual supera con creces los 65 recomendados por la Organización Mundial de la Salud. EDIFICIOS POCO PREPARADOSOtro elemento perjudicial es la acústica de los edificios, desde discotecas construidas en antiguas fábricas a viviendas con paredes que permiten escuchar la conversación de los vecinos. Un tercio de los proyectos de nuevas construcciones no cumple las normas de protección sonora en la edificación, según la Asociación Española contra la Contaminación por el Ruido.El ruido en la calle y la deficiente acústica de los edificios provocan, según Bartí, que "la gente se esté quedando sorda". Un estudio comparativo demuestra --añadió-- que una persona de 80 años de una tribu de Sudán tiene la misma capacidad auditiva que un habitante de Nueva York a los 20. El envejecimiento auditivo, que en teoría debe empezar a partir de los 25 años, se está acelerando entre la población de las grandes áreas metropolitanas.
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