 |
   
|
Badajoz, 26/04/2001
Extremadura tiene una de las mejores normativas contra el ruido, pero no se cumple
Las asociaciones vecinales creen que no hacen falta nuevas leyes, sino más voluntad
m.m.Ayer se celebró en todo el mundo el Día Internacional de Concienciación contra el Ruido. La fecha fue aprovechada por la plataforma española que agrupa a asociaciones anti-ruido para poner en evidencia la magnitud del problema. Según sus datos, España es el segundo país más ruidoso del mundo y no existe una política activa y decidida para hacerle frente. En cuanto a Extremadura, las asociaciones vecinales reconocen que dispone de una de las mejores normativas de España. El problema es que no se cumple.
La Plataforma Española contra el Ruido ha hecho público un comunicado en el que denuncia las nefastas consecuencias que tiene el ruido sobre la salud física y psíquica de las personas, la convivencia ciudadana, la calidad de vida de las ciudades e incluso la integridad de los cascos históricos. La Plataforma señala que en los lugares afectados por la contaminación acústica se incumplen normativas europeas, españolas, autonómicas y locales, sin que las autoridades encargadas de aplicar las leyes lo hagan de manera diligente. «En este momento -señala el escrito-, ante la carencia de una política fuerte y decidida contra el ruido por parte de la Administración, sólo la concienciación colectiva sobre este problema, junto a la acción reivindicativa por parte de los afectados puede detener el proceso de deterioro medioambiental y social de las zonas afectadas».Buenas leyes
La impresión de que las leyes que existen contra el ruido no se cumplen es compartida por los afectados en Extremadura. Según Miguel Salazar, presidente de la Asociación de Vecinos de La Madrila de Cáceres y ponente de la Plataforma contra el ruido, la normativa extremeña sobre este fenómeno es de las mejores de España, pero no sirve de nada porque no se cumple.«Siempre nos dicen que tenemos unas normas envidiables -afirma Salazar-, pero nos nos sirve de mucho porque no hay voluntad de cumplirla». Una decena de asociaciones vecinales de toda la región están integradas en la Plataforma contra el ruido. Participan desde Almendralejo a Montijo, Coria o Navalmoral, sin olvidar asociaciones de las ciudades más grandes, como Plasencia, Cáceres, Mérida o Badajoz. En todos los casos, los problemas de ruido están relacionados con la falta de cumplimiento del horario de cierre de los bares y molestias provocadas por el 'botellón'.
Miguel Salazar no se pronuncia sobre cuál es la ciudad extremeña que sufre más problemas de ruido. Es sobradamente conocida la situación de Cáceres y su movida, pero también existen protestas por el ruido en Mérida, Plasencia, Badajoz, Navalmoral y Montijo, por ejemplo.
«Los ayuntamientos del PSOE -opina Miguel Salazar-, fomentaron la movida, como algo moderno. Pero ahora casi todas las ciudades las gobiernan alcaldes del PP y el problema no se ha solucionado, a pesar de lo que prometieron. No se atreven a quitar lo que otros pusieron. Temen que si hacen cumplir la ley les acusen de que son unos 'fachas'».
Para Miguel Salazar, el reparto de competencias sobre el asunto que hay entre ayuntamientos y administración autonómica es perjudicial. A su juicio, sería interesante que se aprobara una sola normativa nacional y que las autoridades se comprometieran a cumplirla.
Más noticias de este mes | Último mes | Índice general de noticias
Página principal de ruidos.org