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Madrid, 25/4/2001
DÍA MUNDIAL CONTRA EL RUIDO
El ruido le cuesta seis billones a Europa
Uno de cada dos españoles vive expuesto a elevados niveles de contaminación acústica
Francisco J. Gutiérrez
Madrid. El ruido es uno de los tipos de contaminación urbana que afecta más seriamente tanto a la salud y la calidad de vida de los ciudadanos como a la economías de los países que la sufren. El Día Mundial contra el Ruido, que se celebra por tercer año, pretende concienciar en esta edición a los escolares, por lo que al mediodía de hoy se guardará un minuto de silencio en los centros educativos.La Comisión Europa, que cifra los daños económicos de la contaminación acústica en un cifra que oscila entre los 13.000 y los 38.000 millones de euros - entre 2 y 6 billones de pesetas- , decidió emprender, a finales del pasado año, una decidida acción contra el ruido.
Los Quince respaldaron una directiva que obliga a los Estados miembros a medir los niveles de contaminación ambiental en las grandes aglomeraciones urbanas, así como en las vías de comunicación importantes (autovías y autopistas) y en los ejes ferroviarios.
Ocio nocturno
Aproximadamente, el 25% de los europeos ve mermada su calidad de vida por el ruido ambiental, porcentaje que se duplica en algunos países como Gran Bretaña, Holanda, Bélgica o España.Isabel López Barrio, psicóloga ambiental del Instituto de Acústica del CSIC, explicó a este diario que la contaminación acústica, que a partir de 65 decibelios es perjudicial para la salud, no sólo se debe al tráfico, sino también a otras fuentes sociales como, por ejemplo, el ocio nocturno .
Los daños que el ruido provoca tanto en la salud y la tensión arterial como en el oído y las enfermedades cardiovasculares han sido recogidos en numerosos estudios científicos. De hecho, la Central Federal de Educación Sanitaria de Alemania advertía ayer mismo de que escuchar música a elevado volumen causa el envecimiento prematuro de los oídos de muchos jóvenes.
Sin embargo, la contaminación acústica también provoca serios daños económicos. El ruido deprecia el valor de muchas viviendas y locales comerciales que están situados junto a zonas con un elevado nivel acústico, ya sea aeropuertos o barrios de ocio nocturno , asegura López Barrio.
A ello se unen los costes de la atención médica y la pérdida de jornadas laborales de personas que sufren a diario una elevada contaminación acústica.
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