Vecinos recuerdan las 200 quejas que han sido ignoradas

Granada, 23/4/2001

Incidentes en locales de copas

Los niños del "hip hop"

Amina Nasser

En el breve espacio de dos semanas las quejas de la mancomunidad de vecinos de la avenida Center han tenido más resonancia que en los diecinueve años que llevan padeciendo el hip hop de los locales instalados en los bajos de sus viviendas. Muchos compraron los pisos a costa de hipotecar media vida sin sospechar que en realidad estaban hipotecando el sueño de muchas noches de sus vidas. Denuncia tras denuncia, año tras año, han intentado conciliar el sueño con el rap que les vino impuesto por una falta de previsión municipal. Los llamados locales de ocio, aunque tienen un exceso de actividad, han ido copando los bajos de extensas zonas que iban a ser ideales conjuntos residenciales. El pisito de los sueños. Con el tiempo, el pisito empezó a quitar el sueño y los niños han tenido que crecer acostumbrados al ritmo del hip hop, contando los nuevos pubs que proliferaban por las esquinas.

Con cada nuevo pub, nuevas quejas vecinales. Los administradores de la cosa, pública, siempre a remolque de los hechos, empezaron a dictar normativas con preámbulos cargados de buenas intenciones. Con el discurso, que queda bien, de conciliar el derecho de unos a la diversión con el derecho de otros al descanso. Pero olvidó que eso no se consigue con normativas que impiden ubicar determinadas actividades molestas (panaderías, talleres o discotecas) en áreas residenciales o que establecen límites para abrir locales en unas cuantas zonas de la ciudad. La concentración de establecimientos existentes sigue haciendo irreconciliable esos dos derechos que todos queremos tener. Para tomarnos un par de copas en cualquier pub que moleste al vecino mientras después nos dejen dormir la mona en paz.

El asunto debe tener su morbo. Algunos concejales que fueron responsables de Medio Ambiente la emprendieron contra los locales de ocio. Pero luego dejaron la responsabilidad municipal y montaron un local. De algo les sirvió conocer la normativa.

Vecinos recuerdan las 200 quejas que han sido ignoradas

Sólo piden a las administraciones atrevimiento para aplicar la ley

José R. Villalba • Granada

Sólo piden vivir con tranquilidad y a pesar de que la ley les ampara, se sienten ignorados, «olvidados por las administraciones». Las 200 denuncias presentadas desde 1982 hasta la fecha por la mancomunidad de vecinos de la avenida Center contra los locales que no cumplen con la normativa «han servido de poco». Los integrantes de la asociación reclamaron en varias ocasiones el cierre del Pub London, pero como si nada. Hoy repetirán el mismo proceso para exigir, una vez más, la clausura.

El tiroteo perpetrado la pasada madrugada en el pub London, ubicado junto al local donde hace menos de dos semanas fueron asesinados dos individuos en un ajuste de cuentas, ha despertado la ira entre los vecinos de la zona. No aguantan más.

Desde el año 1982 hasta la fecha han presentado más de doscientas denuncias contra locales del entorno que no cumplen la normativa establecida. «Pero ha servido de poco, porque nos han ignorado». La presidenta de la mancomunidad de vecinos de avenida Center, María José Martínez, espera mantener una entrevista con el alcalde y el subdelegado del Gobierno esta semana. «Ya nos toca y más con lo sucedido la pasada noche -por el sábado-».

No sólo aguantan el ruido por la falta de acondicionamiento de los locales, también pagan a un guarda de seguridad que vigila el entorno y sufren de cerca las consecuencias de los dos sucesos acaecidos en menos de tres semanas. «Esto es un recinto privado, con unas normas que se saltan a la tolera e incluso hemos escuchado decir que el Ayuntamiento no reconoce la presencia de las 200 denuncias», refiere Martínez, quien se pregunta si la reclamación que presentarán hoy para exigir el cierre del pub London surtirá efecto. «Nos sentimos impotentes. Sabemos que existe otro local donde se consumen drogas a diario, pero claro, el dueño es un policía».

Quejas

Se quejan del ruido, de la falta de salubridad del entorno cuando cada mañana de domingo o de sábado salen del portal y se encuentran con orines, vasos rotos «No sólo somos nosotros, aquí al lado hay un hotel, una guardería y numerosos comercios cansados de ver cada fin de semana la misma estampa», advierte.

Martínez exige, pide, ruega, «ya no sabemos como expresarlo», que las autoridades sean más atrevidas y exijan a los propietarios de los locales «que cumplan con la ley», solamente «eso», porque la ley está para cumplirla y «no para padecerla».

La presidenta de la mancomunidad de vecinos «duda» de la efectividad de las acciones contra estos locales. «El pub directo no lo cerraron por la muerte de los jóvenes, casualmente lo clausuraron al día siguiente por una denuncia que presentamos en marzo del año 2000. Qué casualidad, ¿no?». Así, «no sabremos qué pasará ahora con el pub London, igual nos vuelven a sorprender», dice en tono jocoso.

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