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Granada, 10/4/2000
Los vecinos 'antibotellón' niegan que la 'movida' esté mejor y acusan a la Policía Local de mentir
Dicen que la guardia urbana incurrió en «dejación de funciones» la noche del sábado
En una nota remitida a este periódico por los portavoces vecinales del área Centro y Gran Capitán, éstos confiesan estar estupefactos por las afirmaciones de la Policía Local de que la movida juvenil es ya menos conflictiva. El gabinete de relaciones externas de la guardia urbana dio a conocer esta impresión tras la madrugada del viernes, que fue tranquila.
De hecho, los detractores del botellón admiten en su escrito que fue así. En este sentido, reconocen que esa noche el problema fue «realmente insignificante».
Sábado «delirante»
Sin embargo, y siempre según la versión de los vecinos afectados, este apacible panorama cambió radicalmente la madrugada del sábado al domingo. Al respecto, indican que la noche fue «terrible» y «delirante» en las plazas Nueva, Teresa Titos Garzón y Fontboté, y en las calles Profesor Miguel Motos, Martínez de la Rosa -en su tramo final-, Trajano, Gregorio Espín y Pedro Antonio de Alarcón. Y todo ello, con la anuencia de los agentes de la guardia urbana. «La noche ha sido terrible, y lo que es más censurable, en algunos lugares incluso ante las propias narices de la policía, que ha consentido las concentraciones ruidosas en un alarde de auténtica dejación de funciones, como ha ocurrido en la plaza de Sor Teresa Titos Garzón, en la que la superiora de una residencia de religiosas formuló de madrugada una denuncia sin reacción alguna por parte de la policía», ilustran con un ejemplo sus graves acusaciones los vecinos.Así las cosas, aseguran que las normativas municipales fueron «absolutamente» conculcadas la noche del pasado sábado por grupos de jóvenes que «gritaron, cantaron a sus anchas, se orinaron en portales y paredes de edificios y tiraron sus basuras a la vía pública».
Por todo ello, concluyen que el diagnóstico emitido por la Policía Local después de la tranquila madrugada del viernes fue «una gran mentira», tras la que ven la mano de «intereses políticos o policiales» que quieren restar importancia al problema.
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