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Granada, 9/4/2000
La Policía Local constata que el 'botellón' es más «razonable» tras otra noche de despliegue
Detenidos dos jóvenes por enfrentarse a guardias urbanos que retiraban un coche
«Para nuestra sorpresa, los jóvenes que acuden a los botellones se comportan razonablemente cuando se les requiere para que no ensucien o escandalicen, que es lo que las ordenanzas prohíben, no el que se beba».De esta forma, resumía el portavoz del gabinete de relaciones externas de la guardia urbana la impresión que sacaron los agentes que participaron la noche del pasado viernes en un nuevo despliegue policial para controlar la movida.
En este sentido, los medios consultados indicaron que los patrulleros encargados de esa tarea -un total de 36, entre mandos y agentes de base- denunciaron a tres ciudadanos que fueron sorprendidos cuando orinaban en plena calle -una infracción que conlleva multas de hasta 15.000 pesetas-.
Además, los policías llamaron la atención a varias decenas de jóvenes por escupir en la calle, sentarse irregularmente en bancos, pegar voces o cantar -comportamientos que también están proscritos-, pero no fue necesario pasar a mayores. En la práctica totalidad de los casos, los infractores aceptaron de buen grado la reprimenda y no fue preciso sancionarles. «Incluso, había algunos que nos invitaban a tomarnos una copa de botellón», recordó el portavoz, para ilustrar la escasa conflictividad de los concentrados.
1.000 personas
Con todo, los medios consultados admitieron que la aglomeración de personal en los distintos botellones -Gran Capitán, Martínez de la Rosa, Plaza Nueva o inmediaciones de la Biblioteca de Andalucía- fue menor a la de anteriores ocasiones. En ello tuvo mucho que ver la amenaza de lluvia.En total, los policías contabilizaron un total de 1.000 personas -un dato: en Gran Capitán sólo había 40, mientras que en la zona de la mencionada biblioteca llegaban a 500-.
Los agentes también observaron la existencia de otros botellones menos numerosos en las cercanías de Hipercor y en la puerta de la Facultad de Medicina.
Por lo demás, fueron los usuarios de ciclomotores los que dieron más trabajo a la guardia urbana. Así, los agentes impusieron un total de 177 denuncias por irregularidades como carecer de las placas de matrícula o circular sin casco -las patrullas requisaron un total de 12 ciclomotores y denunciaron a cinco por exceso de ruido-.
Por último, los policías identificaron a 19 usuarios de la movida.
En resumen, una noche tranquila con una única excepción: el incidente registrado en Pedro Antonio de Alarcón, cuando, presuntamente, dos jóvenes se encararon con la Policía Local por una intervención de la grúa. Según la propia guardia urbana, los sospechosos insultaron y amenazaron a los agentes cuando éstos colaboraban en la retirada de un automóvil mal aparcado. El asunto acabó en un altercado en el que dos policías resultaron contusionados. Los supuestos agresores fueron detenidos.
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