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Bilbao, 6/4/2000
Eibar
Las quejas por ruidos en talleres, bares y obras se disparan en el último año
Las molestias ocasionadas por los ladridos y excrementos de perros han motivado también numerosas denuncias por parte de los eibarresesLas quejas planteadas por los ciudadanos eibarreses el pasado año por las molestias ocasionadas por el ruido procedente de diferentes actividades, como bares o talleres, se disparó el pasado año en relación a ejercicios anteriores. También han experimentado un fuerte incremento las protestas de los vecinos por las molestias ocasionadas por los perros. La memoria de la Policía Municipal de 1999 recoge las quejas planteadas por los eibarreses en relación a este tipo de molestias y muestra que el número total pasó de 184 en 1998 a 597 en 1998. Esta subida significa un aumento del 70%. El incremento más significativo se ha producido en los requerimientos de los vecinos por las molestias ocasionadas por obras, la actividad de talleres o por los vecinos de una comunidad de propietarios. En 1998, se formularon 57 protestas, mientras que el pasado año se plantearon 250. Es decir, las quejas presentadas por los ciudadanos se han multiplicado por cinco en el último año.
También en esta línea ascendente se sitúa el número de protestas por las molestias ocasionadas por establecimientos hosteleros. En este apartado, la Policía Municipal ha visto cómo el número de requerimientos se ha triplicado, pasando de 53 en 1998 a 186 en 1999. El responsable de la Guardia Urbana, José Miguel Calle, explicó que este fenómeno puede deberse al incremento de la actividad nocturna. «El ambiente se ha recuperado mucho en los últimos meses y eso se nota en los bares y en la calle porque hay mucha más gente y también más ruido», señala Calle.
Sonometrías
Además, el responsable de la Guardia Urbana atribuye la proliferación de denuncias a la existencia de varios establecimientos -cuatro o cinco- que en el último año han suscitado numerosas quejas, «prácticamente todos los fines de semana del año». La actividad de estos bares y cafeterías concentra la mayor parte de las reclamaciones. El número de audiciones sonométricas practicadas por la Policía Municipal para comprobar que el ruido procedente de un establecimiento supera los niveles exigidos no ha aumentado respecto a otros años. En 1999 se desarrollaron 37 mediciones para certificar las quejas.Otro apartado que ha experimentado un fuerte aumento de protestas ha sido el relacionado con el ruido de perros o excrementos depositados en la vía pública. Las reclamaciones han aumentado un 55% respecto al año anterior. En 1998, se presentaron 74 quejas, mientras que en 1999 se plantearon 161. Este aumento puede deberse, según el responsable de la Policía Municipal, a una mayor concienciación de la población.
Pero también hay que tomar en cuenta el aumento del número de perros censados en el municipio. Según los datos que obran en manos de la Guardia Urbana, en 1999 había en la localidad aproximadamente 900 perros, 100 más que un año antes.
Los datos
- Quejas por ladridos y excrementos de perros: 74 en 1998; 161 en 1999
- Quejas por la actividad de talleres, obras o vecinos: 57 en 1998; 250 en 1999
- Quejas por establecimientos hosteleros: 53 en 1998; 186 en 1999
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