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Murcia, 5/4/2000
El tráfico de Elche sume el 70% de la ciudad en un nivel de ruido peligroso para la salud
Cambios de circulación y peatonalizar calles son las posibles soluciones
JOSE CARLOS MARTINEZ • ELCHE
Pasear o circular por Elche no es muy recomendable para la salud. Al menos para la salud acústica. El 70% de la ciudad soporta, según se desprende de un exhaustivo estudio ambiental del término, un nivel de ruido por encima de lo aconsejado por la Unión Europea (UE). El culpable no es otro que el tráfico generado por un parque móvil que supera los 121.000 vehículos para una población que ronda los 192.000 habitantes. Esta situación se ve agravada por la ubicación del municipio, enclavado dentro de un importante corredor intracomarcal. Para que los ilicitanos conserven intacta su capacidad auditiva se propone llevar a cabo una reordenación de la red viaria y continuar con la política de peatonalización de calles. Pero de poco servirá si el uso del coche no desciende.El tráfico hace que casi tres cuartas partes del municipio estén sumidas en un nivel de ruido considerado peligroso para la salud. Es una de las principales conclusiones que se desprenden de un detallado informe ambiental de la ciudad. El trabajo alerta de que la circulación merma la calidad de vida de los ilicitanos y castiga los oídos de la mayoría de la población. Los conductores provocan que en cerca de 7.000 metros cuadrados de la red viaria se rebasen los 65 decibelios. Es el límite considerado como tolerable por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UE.
La situación tiene su origen en la cultura del automóvil que predomina en el municipio. Baste con reseñar que el parque móvil, para una población que ronda los 192.000 habitantes, rebasa las 121.000 unidades.
Pero las causas no sólo hay que buscarlas en casa. Elche, por su peculiar emplazamiento, se ha convertido en lugar de paso para numerosos conductores que atraviesan la comarca del Baix Vinalopó y las colindantes.
Para poner freno a la situación los autores del estudio recomiendan mejorar la movilidad urbana y controlar la emisión de ruidos. La responsabilidad recae en el ayuntamiento y esporádicamente en la Diputación y la empresa de transporte público, que deberían apoyar a la administración local.
Los especialistas abogan por efectuar un rediseño del plan de circulación, ampliar las zonas peatonales y fomentar los itinerarios en bicicleta. Estiman necesario un mantenimiento periódico del firme de la calzada y utilizar una pavimentación con materiales absorbentes del ruido. Parte de estas medidas ya se han puesto en marcha. El equipo de Gobierno reestructuró hace escasos meses el tráfico de Antonio Machado y las vías adyacentes.
Simultáneamente se trabaja en proyectos que persiguen dar un aspecto urbanístico más agradable a la ciudad y que facilite el paseo de los viandantes. Un ejemplo de ello es la reforma que, tal y como solicitaban los comerciantes, se efectuará en la calle Hospital.
Las actuaciones municipales de nada servirán si la mentalidad de los ilicitanos, amantes del coche, no varía. Por ello se consideran esenciales las campañas que animen a hacer uso del transporte público.
La estadística referida a las líneas de autobuses urbanos indica que los pasajeros rebasaron el año pasado por primera vez los siete millones de viajes. Sin embargo, esta cantidad, como reconoce la propia Concejalía de Servicios, sería notablemente inferior sin la existencia de los bonos gratuitos.
El estudio que alerta sobre los efectos del tráfico para la salud de los ilicitanos está elaborado por los técnicos de la empresa Price WaterhouseCoopers. Sus resultados forman parte de la documentación del plan estratégico de la ciudad, denominado FuturElx.
Un municipio más habitable
El objetivo es marcar líneas de actuación para hacer de Elche un municipio más habitable y preparado para el siglo XXI. Los ciudadanos ven en el tráfico el problema más importante. Así lo ponen de manifiesto en una macroencuesta reaizada por Demoscopia, por encargo del ayuntamiento.El estudio de PriceWaterhouse advierte del peligro que corre el paisaje tradicional si se permite la creación de un arco urbanizable en torno al casco urbano. Ese suelo de edificaciones cercaría el Palmeral y el espacio agrario, lo que daría lugar a «graves procesos de degradación paisajística y de desestructuración territorial».
Los expertos aconsejan sacar el mayor partido posible de la superficie urbana, compatible con unas buenas condiciones ambientales. Critican que muchos de los sectores en desarrollo se caracterizan por su baja densidad urbanística, lo que implica un consumo alto de la porción de suelo edificable. Esta actitud causa indirectamente una disminución de los servicios y, como consecuencia, un aumento de los desplazamientos privados.
Para el futuro se recomiendan tipologías urbanísticas de densidad ligeramente superior para evitar que se agote rápidamente el espacio disponible. Del mismo modo se insiste en la necesidad de conservar los elementos de identidad y la calidad paisajística del medio urbano.
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