Un juez de Granada multa a un joven que menospreció a un policía que le llamó la atención por orinar en la calle

La sentencia, a la que ha tenido acceso, considera que la actitud "incívica" del joven y "el desprecio de las normas de la convivencia social" constituyen una falta de respeto y consideración debida a un agente de la autoridad.

Cuando el agente le reprochó su actitud de orinar "en plena vía pública", el joven Francisco L.C., según declara probado la sentencia, le dijo al policía que "le daba igual ya que su tío o su padre -cuya profesión no aclaró- le quitarían la denuncia".

Según la resolución del juez de instrucción 6 de Granada, Miguel Angel del Arco, "mear en la vía pública es una actitud no cívica, va contra la salud y puede herir la sensibilidad de los demás", especialmente cuando se realiza en "espacios comunes" a toda la ciudadanía.

"La sociedad -prosigue el juez- no puede delegar funciones en los servidores del orden público, que velan por la convivencia cívico-social para que sean desautorizados y vejados", y advierte de que "la falta de respaldo en el cumplimiento de la ley puede llevar al desánimo".

La sentencia proclama que la policía "ha recibido por delegación de la sociedad el cuidado del orden público" y "hacer cumplir las normas cívicas que faciliten la convivencia es su cometido y su responsabilidad".

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