Cerrojazo al botellódromo para evitar que la Cruz se convierta en una «borrachera masiva»

El alcalde prohibirá beber en la calle del 1 al 3 de mayo, incluido el recinto oficial. La Subdelegación participará en la elaboración del dispositivo policial necesario

J. E. GÓMEZ

La intención de miles de jóvenes de celebrar un macrobotellón con motivo del Día de la Cruz se ha dado de bruces con la decisión municipal de echar el cerrojo al botellódromo. Así lo anunció ayer el alcalde tras conocer la convocatoria de la web tuenti.com. Y está dispuesto a cumplirlo.

El año pasado, 11.000 jóvenes bebieron a la intemperie en el citado recinto para celebrar tan señalada fecha del calendario festivo granadino. Eso sí, semanas antes, prohibió que los jóvenes hiciesen los mismo con motivo de la Fiesta de la Primavera. Este año será al contrario. Después de que 15.000 jóvenes tomasen el botellódromo y las inmediaciones hace dos semanas para festejar la llegada de la estación de las flores, ahora se ha tomado la decisión de prohibirlo para las fiestas de mayo.

El alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, ayer que emitirá una orden por la que prohibirá el consumo de bebidas alcohólicas en todas las calles de la ciudad, incluido el recinto habilitado para tal fin junto a Hipercor. El veto se extenderá desde el día 1 hasta el sábado 3.

Y explicó sus razones: No está dispuesto, dijo, a que «personas que en su mayoría vienen de fuera de la ciudad destrocen la esencia de nuestras fiestas tradicionales y las conviertan en jornadas para las borracheras masivas».

La legislación autonómica faculta al alcalde de los municipios a permitir o prohibir el consumo de bebidas alcohólicas en la calle, así como a crear espacios de botellódromo. «Puedo prohibir, según la ley, que se utilice el botellódromo como tal y extender la orden a la totalidad de la ciudad . Y es lo que haré», declaró ayer. «No se puede permitir que se rompa la tranquilidad de una ciudad en jornadas tan especiales como esas», añadió.

El alcalde reflexionó ayer sobre la postura municipal y advirtió que no resulta lógico que desde el Ayuntamiento se organice una fiesta tradicional y se prohíba la instalación de barras en las calles «con la intención de evitar lo que pasaba en años anteriores cuando la Cruz era una jornada de borracheras y vandalismo y, por contra, se permita una concentración de miles de personas que vienen exclusivamente a beber en exceso», dice el alcalde.

La expresión utilizada ayer por Torres Hurtado para definir su decisión fue: «Cerrar la ciudad al botellón». Además de conservar la esencia de las fiestas, también esgrimió otros argumentos: «Suponen un serio peligro para los jóvenes. En la última se registraron 15 comas etílicos que se solucionaron, afortunadamente. Pero, ¿qué ocurriría si muriese alguien? ¿Qué se diría entonces?», se preguntó.

Dispositivo policial

Ahora bien, conseguir que miles de jóvenes no se concentren es una tarea difícil, para la que necesitará apoyos. El alcalde manifestó que se pondrá en contacto con la Subdelegación para que la Policía Nacional y la Guardia Civil formen parte del dispositivo de control. La primera, para apoyar a la Policía Local en la labor en las calles para evitar que se haga botellón. La segunda, para controlen los accesos al municipio. «Será una petición que se basa en una legislación existente y que hay que hacer cumplir», dijo el alcalde.

El subdelegado del Gobierno, Antonio Cruz, manifestó ayer que está a disposición del alcalde para el momento en el que haya que elaborar el plan de actuación, así como los agentes que son necesarios. La cifra está aún por conocer. Pero si se toma como referencia el despliegue realizado en marzo del año pasado, con motivo de la Fiesta de la Primavera prohibida, fueron 800 los uniformados que hicieron cumplir el bando municipal, entre agentes municipales y policías nacionales. La Guardia Civil no participó. La decisión municipal, entonces, se llevó a cabo con éxito y sin incidentes.

«Falta de criterio»

El portavoz del grupo del PSOE en el Ayuntamiento, Javier Torres Vela, por su parte, ha calificado de «inconsecuente» la postura del alcalde, a quien acusó de «falta de criterio». Según Torres Vela, primero se alentó a los jóvenes del PP a que vinieran a Granada a hacer botellón, «luego pidió una ley que lo regulara y decidió construir un botellódromo, después denunció ante el juez que los jóvenes convocaban un macrobotellón haciendo uso del espacio y finalmente decide prohibirlo2, recuerda el portavoz.

Desde el PSOE se preguntan «¿por qué el alcalde no mide las consecuencias de sus decisiones?» e insisten en que un fenómeno tan complejo como la costumbre de beber alcohol en la calle no se puede abordar a «golpe de decisión improvisada». Torres Vela exige al alcalde que «saque a la ciudad de este lío» y le sugiere que convoque a los sectores implicados -jóvenes, padres y madres, vecinos, administraciones responsables, fuerzas de seguridad, etc.- y que aplique el diálogo.

jegomez@ideal.es

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