|
|
 Un farol destrozado y una mesa rota tirada en la zona verde del paseo, ejemplo de los destrozos que sufrió Las Conchas.
|
Fue una noche para olvidar, al menos para los vecinos de los Gauzones de Salinas. Lo que debería haber sido un jueves veraniego más de diversión juvenil acabó con carreras de coches, destrozos en el restaurante Las Conchas, música a todo volumen en los vehículos y mucho «botellón».
Los vecinos, preocupados e indignados, criticaron ayer la permisividad del Ayuntamiento de Castrillón y han pedido a la Delegación del Gobierno en Asturias que tome medidas urgentes para evitar estos desmanes. Esta petición será una de las que ponga sobre la mesa el concejal de Interior del Ayuntamiento de Castrillón, Rodrigo Lorca, en la Junta Local de Seguridad Ciudadana que el delegado del Gobierno, Antonio Trevín, presidirá el próximo día 29 en el Ayuntamiento.
La parte del paseo y de la playa de Salinas más próxima a los Gauzones se transforma muchos días del verano en escenario de «botellones». El jueves es el día de la semana de mayor afluencia de jóvenes, procedentes de toda la comarca. En los últimos años, la Policía Local y la Guardia Civil extremaban la vigilancia la noche de los jueves, sobre todo en los meses de julio y agosto, pero esta vez apenas se vieron agentes por los alrededores, según coincidieron en señalar hosteleros y vecinos.
Pablo Laloux y la glorieta que hay en esta calle se convirtieron durante horas en un circuito de carreras. Y los propietarios de Las Conchas se encontraron al llegar al restaurante con destrozos en la terraza del local. Mesas, sillas y farolillos habían sido arrancados y tirados a una de las zonas verdes del paseo. «El delegado del Gobierno tiene que tomar cartas en el asunto. Llevamos años soportando los estragos del "botellón", pero hasta que no se produzca una tragedia por las carreras de coches parece que nadie se quiere responsabilizar de nada. Es necesario que la vigilancia sea constante», señaló ayer uno de los propietarios de Las Conchas, visiblemente indignado.
El hostelero relató que antes de cerrar el restaurante, aproximadamente a la una de la madrugada, ya habían sido testigo de varios problemas. «Los coches derrapando en la glorieta, la gente vociferando y usando las zonas verdes como urinarios sin ningún recato... Si la Guardia Civil no viene es porque no tiene órdenes de arriba para ello», concluyó.
Uno de los responsables de un disco bar de la calle Pablo Laloux criticó igualmente la ausencia de agentes de las fuerzas de seguridad. «Sé que hay vecinos que nos culpan, pero sólo somos responsables de lo que pasa dentro del bar. Lo tenemos insonorizado y cumplimos los horarios de cierre. Incluso limpiamos los alrededores del local de los restos del "botellón", pero lo que no podemos es impedir las carreras de coches y otros problemas», manifestó.
El presidente de la Asociación de Vecinos de Salinas, Eloy Martínez, pidió al alcalde, José María León Pérez, que haga cumplir los horarios de cierre en todos los bares de la localidad, y acusó al Ayuntamiento de «permisividad con este problema».
Más noticias de este mes | Último mes | Índice general de noticias
Página principal de ruidos.org
|