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Málaga, 15/09/03
Tráfico obligará a los coches de las bodas a llevar silenciador
En siglos venideros, Tráfico impartirá justicia y los desamparados podrán ser reconfortados. Una de las medidas que el futuro nos deparará será la obligación de que todos los coches que van a participar en una boda lleven silenciador, para que los malagueños disfruten del sábado como se merecen.
Alfonso Vázquez
Las bodas malagueñas se parecen cada vez más a un cruce entre las 24 horas de Lemans y las fiestas patronales de Calanda. Los sábados por la tarde, por el paseo del Parque, no dejan de pasar caravanas de coches a toda leche, pitando como descosidos, rumbo a distintas comilonas nupciales de Málaga.Los conductores, poseídos por un comportamiento obsesivo, no tienen otra forma de demostrar la alegría de que por fin el novio o la novia abandonan la casa familiar que tocando el pito.
De nada les sirve estacionar los coches y pasear por los jardines del Ayuntamiento, mientras los novios son inmortalizados junto al estanque y la pajarera: en cuanto abandonan el vergel, vuelven a darle al claxon de manera enfermiza.
Como es natural, los cientos de malagueños que a esas horas duermen la siesta, no pueden evitar acordarse de la madre que parió a todo el cortejo nupcial. Esta manifestación de alegría ha ido degenerando en un proceso imparable de 'amerdellonamiento´, hasta llegar a la situación actual, en la que la alegría se da la mano con las ganas de armar jaleo a gran escala.
Si este proceso sigue así, dentro de pocos años los parientes de los recién casados recorrerán Málaga con 'bazookas´ o alquilarán los cañones de Navarone para dispararlos desde Gibralfaro. Para cortar esta espiral de ruido y furia nupcial, nada mejor que imponer el silenciador en los coches o por lo menos, la alegría moderada, nada abundante en decibelios.
El nuevo título para la Sangre
La cofradía de la Sangre celebra hoy un cabildo extraordinario, a partir de las 20.30 horas en su casa-hermandad, para debatir la modificación del artículo primero de sus estatutos y añadir el título de 'Pontificia´ a su nombre, recientemente concedido a esta entidad. Los hermanos podrán participar de este cabildo, que quedará para la historia.En el limbo
En el asunto de la marquesina de Renfe, los concejales socialistas de nuestro Ayuntamiento continúan en la inopia, más allá del bien y del mal gracias a que se abstuvieron cuando el Plan Vialia fue votado en su día. Mientras el resto de los grupos políticos tiene algo que decir a favor y en contra de la permanencia de esta estructura del XIX con la cubierta del XX, nuestros concejales electos evitan mancharse con polémicas y prefieren seguir contemplando la luna de Valencia. Una actitud poco comprensible cuando un gran número de instituciones de Málaga ha dado ya su punto de vista. No es la mejor postura para afrontar los problemas.
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