Oviedo, 30/05/03 La práctica totalidad de Oviedo supera el nuevo límite legal de ruidosEl Ayuntamiento recabó sus últimos datos acústicos en 1991, en seis años deberá tener un mapa de ruidos En nueve puntos de la ciudad las máximas superan los 80 decibeliosROBERTO G. RODRÍGUEZNi caso a la legislación sobre ruido. El grueso de las zonas de la ciudad de Oviedo superan con creces la normativa en cuanto a los niveles de ruido. Supera tanto los baremos de la normativa regional como los de la futura Ley de Ruido. El concejal del Partido Socialista Alberto Mortera ya había denunciado a mediados del presente mes que los últimos datos recabados por el Ayuntamiento de Oviedo sobre la contaminación acústica datan del año 1991.Las zonas más castigadas por la contaminación acústica en la ciudad son el centro del casco urbano y las zonas con gran afluencia de tráfico, léase lindes de las autopistas y cruces de calles principales. Para muestra, un botón: en el campo de San Francisco se superan los 78 decibelios de ruido. Según los parámetros de la nueva ley, en las zonas residenciales no se podrán superar los 65 decibelios. Hasta ahora la carencia de un marco legal común a todas las ciudades del país ha servido de excusa para apartar a un lado los problemas que se derivan de la emisión de ruidos. Para adelantarse a la nueva legislación, Mortera propone que el Ayuntamiento inicie la recogida de datos para elaborar el mapa de ruidos de la ciudad y que redacte una cartografía que incluya los niveles máximos admisibles para poder adoptar las medidas urbanísticas precisas en las zonas que presenten un volumen de contaminación acústica superior al permitido. El Proyecto de Ley de Ruido que el Consejo de Ministros aprobó el pasado 28 de marzo pretende prevenir vigilar y reducir la contaminación acústica -ruidos y vibraciones- para evitar y reducir los daños en la salud humana que pueden derivarse de ella. Actualmente el Proyecto de Ley está pendiente de los resultados de las enmiendas presentadas. La nueva normativa adaptará la directiva europea 2002/49/CE sobre evaluación y gestión del ruido ambiental. La ley establecerá zonas de servidumbre acústica, caso de las redes de transporte, además de prever la creación de una Reserva de Sonidos de Origen Natural, que podrán ser determinadas por cada Comunidad Autónoma y ser objeto de planes de conservación para prevenir su deterioro. Aunque la normativa municipal tendrá mucho peso. De hecho las ordenanzas municipales podrán tipificar infracciones en relación con el ruido procedente de usuarios de la vía pública en determinadas circunstancias y el ruido producido por las actividades domésticas o los propios vecinos, eso sí, sólo cuando estas excedan los límites de conformidad de los usos locales. Peligro para la saludLa capital del Principado tiene el extraño orgullo de ser una de la pocas ciudades del territorio español donde la contaminación acústica derivada del ocio nocturno ha llegado a ser llevada a los tribunales. La Asociación del Oviedo Antiguo, que preside Juan García Alonso, ha llevado a juicio -hace ya un par de años- a la Corporación municipal, que dirige Gabino de Lorenzo, ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA).La demanda aduce que el Consistorio ovetense ha cometido fraude de ley al adaptar la normativa municipal para poder acoger dentro de la legalidad a bares que funcionaban -y, según García, muchos siguen funcionando- de forma fraudulenta. Uno de los incumplimientos, de los más reiterados en las denuncias, habla de los altos niveles de ruido que generan tanto los jóvenes en la calle como los propios bares, que no cumplen la normativa y pasan olímpicamente de los precintos de los equipos de música o de la obligada insonorización de los locales. Son unas 60 las familias las que apoyan un contencioso y aseguran tener que sufrir cada fin de semana cerca de 90 decibelios -la zona suele registrar máximas que van de los 78 a los 83 dB- hasta altas horas de la madrugada. La Asociación también ha presentado en el litigio informes médicos que intentan demostrar que eses exceso de ruido que tienen que soportar muchos de los vecinos del Antiguo, la mayoría de ellos de avanzada edad, les están provocando o agravando serias cardiopatías. Aunque no es un problema que sufran sólo los mayores. Según la asociación el alto ruido también crea en los niños una falta de concentración que les margina hasta el punto de hacerles incapaces de estudiar.
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