Valencia, 28/5/3 El Gobierno pretende restringir la venta y el consumo de vinoAVA y La Unió reclaman que se saque de la 'ley del botellón'El Gobierno sigue empeñado en contemplar el vino como una más de las bebidas muy alcohólicas en la 'ley del botellón', pese a las promesas de darle un tratamiento diferenciado de éstas. Las organizaciones agrarias AVA y La Unió han criticado esta actitud oficial y reclaman una solución que evite 'graves repercusiones sociales y económicas'.VICENTE LLADRÓOrganizaciones agrarias, entidades bodegueras, cooperativas y todas las personas y empresas relacionadas con la producción y comercialización de vinos en España se han llevado una desagradable sorpresa al comprobar que el Gobierno prosigue en su intención inicial de incluir el vino entre las bebidas alcohólicas que deben someterse a restricciones de venta y consumo. Todo el sector vitivinícola español se ha movilizado otra vez para reclamar al Gobierno que corrija este asunto y retire el vino del listado de bebidas que son de más alta graduación, porque de ello pueden derivarse serios daños para una actividad de la que dependen muchos miles de personas y de un producto que cuenta con su propia legislación y está considerado por los científicos como alimento beneficioso. Después de anteriores intentos, en los que se protestó y el Gobierno prometió corregir, el último borrador de anteproyecto de Ley de Prevención del Consumo Indebido de Bebidas Alcohólicas (la 'ley del botellón') que ha sido repartido a las entidades interesadas del sector, continúa figurando el vino entre los productos problemáticos. AVA-ASAJA y La Unió-COAG recordaron ayer el compromiso del ministro Arias Cañete para sacar el vino de esta normativa, así como innumerables esfuerzos realizados en los últimos años para fomentar la calidad, los valores culturales y tradicionales relacionados con el vino y un consumo moderado e inteligente del mismo. El compromiso de la Administra ción consistía en dar un tratamiento excepcional y diferenciado a las bebidas con poco alcohol que cuentan con una legislación propia, como es el caso de la Ley de la Viña y el Vino, que se encuentra en fase de proyecto y que define El vino como un producto natural. Restricciones peligrosasEl problema principal es que si acabara incluyéndose definitivamente el vino en la 'ley del botellón' quedaría calificado como una bebida peligrosa y, consecuentemente, se tendería a reducir su consumo, incluso a perseguirlo en ciertos ámbitos, y a restringir las acciones publicitarias y de promoción. La situación es tremendamente contradictoria, puesto que, mientras se realizan políticas oficiales orientadas a mejorar la producción y comercialización de vinos, con programas subvencionados de reconversión de plantaciones y variedades, modernización de instalaciones bodegueras, apoyo a las Denominaciones de Origen y diversas acciones promocionales, por otro lado se cae en el error de confundir el mismo producto con las bebidas de muchos grados de alcohol. Unió y AVA aluden a los numerosos trabajos científicos que ratifican que un consumo moderado de vino de calidad tiene muchos efectos beneficiosos para la salud de las personas, así como que se trata de un producto natural, fuertemente arraigado en la cultura y la dieta mediterráneas. También argumentan que el problema del alcoholismo en cierta parte de la juventud, que se quiere corregir con esta ley, no está provocado por el vino, sino por otras bebidas destiladas. Por último explican que el consumo ha bajado de 46,6 litros por habitante y año en 1987 a 29,6 en 2002, lo que ya se viene acusando en problemas de rentabilidad para unos productores que, en la mayoría de los casos, no cuentan con alternativas de cultivo.
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