Vecinos demandan al Ayuntamiento por dar luz verde a una nueva discoteca en Bilbao

La sala de fiestas, con aforo para 450 personas, ha empezado a construirse en los bajos de un edificio protegido de General Concha

A. DE LAS HERAS

La diversión de algunos puede llegar a molestar a otros. Mantener el equilibrio entre los derechos al descanso y al ocio de los vecinos trae de cabeza a las autoridades municipales. El último conflicto de este tipo acaba de aparecer en Bilbao. Un grupo de residentes de la manzana Alameda de Urquijo-General Concha ha presentado una demanda en lo Contencioso-Administrativo, y tiene previsto interponer otra, contra el Ayuntamiento por dar luz verde a la construcción de una nueva 'macrodiscoteca' en la zona. Los denunciantes se constituyeron hace dos años en la denominada Asociación de Vecinos Abandozarra, antiguo nombre del barrio, que representa los intereses de unas 1.000 familias bilbaínas.

Mientras que los vecinos recuerdan que el Consistorio declaró sus calles restringidas a nuevos locales de copas en febrero de 2002, desde el Ayuntamiento alegan que no pueden hacer nada porque el promotor «cumple la normativa». De hecho, las obras para levantar la sala de fiestas ya han empezado.

Un conocido empresario de la noche bilbaína consiguió primero la licencia de actividad de discoteca, «por silencio administrativo», y esta misma semana acaba de obtener la de obras. Si los tribunales no lo impiden, el local, con capacidad para 457 personas exactamente, abrirá sus puertas en una fecha sin determinar en el número 9 de la calle General Concha, en frente de las 'Escuelas de Concha'.

«Varias irregularidades»

Los vecinos aseguran que el proyecto presenta «varias irregularidades». En concreto, sostienen que el edificio cuyos bajos ocupará la sala de fiestas es «protegido tipo C» y que, por tanto, Urbanismo debería haber reunido a la comisión de Patrimonio, presidida por Ibon Areso, antes de conceder la licencia de apertura. La nueva instalación obliga a modificar fachadas y «tapar elementos arquitectónicos de interés», protestan. La demanda señala además que no se ha informado al área de Juegos y Espectáculos del Departamento de Interior y que, por tanto, no cumple la normativa de planes de emergencia.

Según los denunciantes, el Ayuntamiento ha incurrido en una contradicción: la licencia de obras es para un café teatro y la de actividad, para una discoteca. Entre uno y otro negocio varía, por ejemplo, la accesabilidad para minusválidos. Una de las salidas de emergencia de la futura discoteca dará a un estrecho callejón. En las noches festivas se convertirá en un «cañón de sonido», auguran los vecinos.

Supuestas ilegalidades a parte, los vecinos se muestran «hartos» de los ruidos que soportan estoicamente cada jueves, viernes y sábado por la noche. «Urquijo-Concha es una zona súpersaturada de discotecas, pubs... como ha reconocido el propio Ayuntamiento», advierte Javier L. Zalbide, portavoz de Abandozarra.

El representante vecinal enumera algunas molestias: «cristales rotos, dobles filas, carreras de coches de madrugada, voces, orines...»

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