Sevilla, 11/5/3 La Junta asumirá el control del ruido si no actúan los ayuntamientosEl nuevo decreto que prepara el Gobierno andaluz puede estar listo en veranoMedio Ambiente atenderá las denuncias de los vecinos e impondrá sancionesQUICO CHIRINO
Según ha anunciado a este periódico la consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, la Junta de Andalucía está dispuesta a asumir «subsidiariamente las competencias» en materia de ruido cuando haya «inactividad por parte de los ayuntamientos». Es decir, será la propia Consejería de Medio Ambiente la que tramite las denuncias que los vecinos hagan ante la Policía Local si los ayuntamientos no hacen nada para garantizar el descanso de los ciudadanos, aunque en realidad son los municipios los que tienen las competencias. «Es un tema conflictivo pero es fundamental actuar, en una región ruidosa, sobre todo en la época estival. Todo esto hay que conjugarlo con el descanso de los ciudadanos», expresa Coves. Sin embargo, los ruidos de las terrazas de verano o de la movida no son más que una anécdota en un problema coyuntural de peso. Según los últimos datos del Instituto Andaluz de Estadística, el 80% de la contaminación acústica que padecen las ciudades lo origina el tráfico terrestre. «Los problemas de tráfico tienen que tener una solución porque el tema de la movilidad urbana genera una parte importante de gases invernaderos», sentencia la consejera. En esta línea, la Junta está promocionando el uso de los transportes públicos de viajeros en el marco del programa Ciudad 21 , del que ya forman parte 111 ayuntamientos andaluces. El problema del ruido ha motivado, en la antesala del verano, que el Defensor del Pueblo Español se haga eco de las quejas vecinales y alerte sobre el control de las licencias a las terrazas de verano en algunas zonas de Andalucía. También el fiscal jefe del TSJA, Jesús García Calderón, ha mostrado su preocupación y se ha comprometido a perseguir los casos graves de emisión de ruidos. Baile de competenciasUn decreto de ruido ambicioso que todavía tiene algunos aspectos por pulir. Por ejemplo, si el documento legal incluirá aspectos concretos sobre las mediciones y cómo realizarlas, como pretenden las asociaciones vecinales. Sin embargo, esta materia es más propias de las ordenanzas municipales. El decreto aportará el marco legal. Dará herramientas y recursos económicos a los ayuntamientos para que actúen contra el ruido y atiendan las denuncias de los vecinos. «Todos los problemas medioambientales de los municipios no son homologables. Hay que hacer un diagnóstico porque no es lo mismo Sevilla que Motril», resume Fuensanta Coves. En esta línea, la nueva directiva obliga a los ayuntamientos a elaborar mapas de ruidos y planes de acción con la participación de los ciudadanos. El decreto, que puede pasar al Consejo de Gobierno en junio y aplicarse este verano, viene a desarrollar la Ley de Protección Ambiental de 1994 y el Reglamento de Calidad del Aire de 1996, donde se contemplan sanciones de hasta 300.000 euros -50 millones de pesetas-. Una normativa que también completará el proyecto de Ley de Ruido del Gobierno central, remitido en abril al Congreso. También el Código Penal recoge las emisiones de ruido como un delito medioambiental. Ya existe una sentencia del Tribunal Supremo en Madrid que condena a pena de cárcel al propietario de una discoteca que no dejaba dormir a los vecinos.
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