Vilagarcía, 11/5/3 Critican la "permisividad" del Concello pese a las molestias que generabaVecinos del taller de As Bocas denuncian que trabajó año y medio sin licenciaLos vecinos del edificio de As Bocas en cuyo bajo funcionaba un taller protésico dental, salieron ayer al paso de las declaraciones realizadas por el alcalde de Vilagarcía sobre la legitimidad de la licencia pretendida por esta empresa. Los vecinos, que desde finales del año 2001 presentaron numerosas quejas por los ruidos, olores y vibraciones que soportaban en sus viviendas como consecuencia de la actividad del taller, denunciaron la “permisividad” con la que actuó el Concello en este caso, dado que, según explican, el taller trabajó durante año y medio sin disponer de la preceptiva licencia de apertura y pese a las reiteradas denuncias formuladas ante la administración municipal por parte de las familias afectadas. Las declaraciones realizadas por el Alcalde de Vilagarcía sobre la legitimidad de la licencia solicitada por un taller protésico dental situado en un edificio de As Bocas aumentaron el malestar de los vecinos del inmueble, que en el último año y medio venían denunciando los ruidos, vibraciones y olores que tenían que soportar como consecuencia a la actividad de esta empresa. La presidenta de la comunidad de propietarios del edificio, Francisca Barreiro, y el inquilino del bajo anexo al taller, Juan Manuel Lameiro, respondieron a las declaraciones de Javier Gago quisieron dejar constancia ante la opinión pública de que el taller trabajó durante año y medio sin contar con la preceptiva licencia municipal y pese a las reiteradas quejas presentadas por los afectados en el Concello por las molestias que estaban padeciendo. Los denunciantes destacaron que el alcalde conocía la situación, ya que incluso cuentan con un informe de la Policía Local fechado el 9 de marzo del 2001 en el que el día anterior dos agentes constataron que en uno de los bajos del número 19 de la Rúa Nogueira de as Bocas existía un taller protésico -según la placa que figuraba en la puerta- “que non presenta licencia municipal”. “Irregularidades”Los vecinos consideran que en este caso “se produjeron numerosas irregularidades” ya que en un primer momento el propietario del taller solicitó licencia para instalar esta empresa en el número 26 de la misma calle, en una vivienda unifamiliar de su madre, pero finalmente se instaló en el bajo del número 19 de dicho lugar. Los afectados cuentan que en el plazo de alegaciones de esta primera solicitud de licencia, la Policía se dirigió a ellos para informarles de la petición y con el objetivo de que presentaran las correspondientes objeciones si lo creían oportuno. “Sin embargo, y pese a decirme en el Concello, que poner el número 2, en lugar de para el 19 fue un error, ¿por qué no vinieron a preguntar si nos oponíamos cuando se tramitó la licencia para el bajo de nuestra casa?”, pregunta Francisca Barreiro.
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