Granada, 30/3/3 El Gobierno aprueba una nueva ley integral para combatir el ruido y construir ciudades habitablesEl texto prevé sanciones que oscilan entre 600 y 300.000 euros e incluso el cierre o la revocación de licencias del emisor en cinco añosSe exigirán certificados de calidad acústica a los planes urbanísticosRocío Mendoza / Agencias
Hasta el momento, los fallos de las distintas Audiencias Provinciales de las distintas capitales españolas a raíz de denuncias de ciudadanos que no podían dormir, sobre todo, por el ruido de locales, eran contradictorias o, más bien, no seguían una misma línea. Tras la sentencia emitida por el Tribunal Supremo en la que condenaba a pena de cárcel al propietario de una discoteca por emisión grave de ruidos con perjuicio de los vecinos, se ha sentado una jurisprudencia que sitúa la vía penal como una forma, ya existente, pero quizá más efectiva para combatir este fenómeno, de especial incidencia en Granada. Proyecto de LeyEl Consejo de Ministros aprobó ayer enviar al Parlamento el proyecto de Ley del Ruido, una norma que pretende atajar la contaminación acústica en ciudades y pueblos, así como garantizar unos niveles aceptables de confort tanto en exteriores como en el interior de inmuebles y viviendas. La ley persigue reducir en la salud humana los daños producidos por el estruendo al estimar en su conjunto el «silencio como un bien valioso», tal y como indicó la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez. La ley tiene carácter básico y establece un marco común de obligatorio cumplimiento para todas las comunidades, sin perjuicio de que cada autonomía establezca sus propios controles, límites y excepciones. Una de las novedades del proyecto es que por primera vez se considera el ruido ambiental de forma integrada y no individualmente de cada emisor, por lo que al final la medida del nivel del ruido es el conjunto de agentes emisores y lo que percibe el ciudadano, resaltó la ministra. En cada ciudad se fijarán objetivos de calidad acústica en función del uso del suelo, es decir, si es residencial, industrial, recreativo, sanitario, docente, de infraestructuras de transporte o espacios naturales. Asimismo, se tendrán en cuenta los horarios, con el fin de lograr «ciudades habitables», apuntó la ministra. SancionesEn el apartado de sanciones previstas por el texto, las multas por incumplimiento de la normativa oscilan de los 600 hasta los 300.000 euros, en función de la gravedad de la infracción. En algunas casos la sanción acarreará el cierre temporal o definitivo de instalaciones y la revocación de permisos administrativos y licencias por un máximo de cinco años. La potestad sancionadora la ejercerán preferentemente las corporaciones locales. A la hora de clasificar el suelo y acometer planificaciones urbanísticas, la calidad acústica será un factor relevante a tener en cuenta. Cuando se ponga en funcionamiento la normativa, la concesión de nuevas licencias de construcción de edificios de viviendas, hospitales, centros educativos o culturales y otros de interés público quedará vinculada a la obtención de una certificación acústica y al cumplimiento de los niveles de calidad sonora. Entre las novedades que aporta la Ley, cabe destacar que el vendedor de una casa o un inmueble habrá de afrontar los costes de reparación de eventuales vicios acústicos ocultos que aparezcan e infrinjan la normativa. En este sentido, los planes de urbanismo deberán contar con objetivos de calidad en función de estos usos del suelo y los ayuntamientos deberán disponer de planes de acción para prevenir el aumento del ruido en zonas tranquilas. «La ley es realista, porque no todas las zonas pueden tener un mismo nivel de ruido», añadió la ministra. De acuerdo con el texto, la ley clasifica en áreas acústicas los espacios y los ámbitos territoriales con los mismos objetivos de calidad acústica, que se calcularán según futuros índices de emisión e inmisión (el nivel de ruido recibido en un determinado ambiente). Actividades domésticas
Las Administraciones competentes deberán también diseñar «mapas de ruido», que serán sometidos a revisión quinquenal. Los primeros 'mapas de ruido', previstos ya en la Directiva europea a la que se adecua la Ley del ruido, deberán estar concluido en junio de 2007, y serán un claro indicador para los ciudadanos de los niveles de ruido. Mapas de ruidoSe cartografiarán acústicamente las 15 grandes ciudades españolas con más de 250.000 habitantes, 24 grandes ejes viarios con más de seis millones de vehículos, los grandes ejes ferroviarios cuyo tráfico supera los 60.000 trenes al año, y los 11 grandes aeropuertos donde se producen más de 50.000 movimientos de aviones al año. En una segunda fase, y antes de junio de 2012, se tendrán que cartografiar las 56 ciudades con más 100.000 habitantes y los 26 ejes viarios con más de tres millones de vehículos al año. También se elaborarán en esta fase 'mapas de ruido' de los ejes ferroviarios que soporten más de 30.000 movimientos al año. La norma prevé la creación de «zonas de servidumbre acústica» en el entorno de las grandes infraestructuras, y las «reservas de sonidos de origen natural», aquéllas en las que el grado de contaminación acústica por actividad humana deba ser imperceptible.
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