Un vecino estudia la posibilidad de plantear un contencioso al Concello

Denuncian las molestias causadas por los locales nocturnos de A Gándara

Un vecino de Narón estudia la posibilidad de presentar un contencioso-administrativo contra el Concello por entender que no se defienden sus intereses como ciudadano. Ángel Casanova López asegura que algunos locales nocturnos de la calle Linares Rivas de A Gándara incumplen la normativa en materia de contaminación acústica y desde la institución municipal no se da respuesta a sus escritos de demanda. Sus quejas se refieren, concretamente, a un local situado en el número 17 de la mencionada calle, en el que, según él, hay excesos de ruidos dentro y fuera del establecimiento y se incumple el horario de cierre, entre otras cuestiones.

Ángel Casanova asegura que lo único que pretende es que se respete la la normativa medioambiental que rige en Narón y que fue aprobada por el propio Concello, que también es el encargado de velar por su cumplimiento.

Este vecino, cuya vivienda está situada en un edificio colindante con el del establecimiento en cuestión, sostiene que hay “dejadez” del cumplimiento del deber por parte del gobierno local. Según dijo, durante los fines de semana hay ruidos por la música muy alta, consumiciones en la vía pública y las motos de los repartidores de pizza, por lo que resulta imposible conciliar el sueño, y al día siguiente la calle aparece repleta de basura.

Al parecer, los vecinos de la zona vienen padeciendo esta situación desde hace ocho años y lo más grave, desde su punto de vista, es que alguno de los locales no dispone de licencia para la actividad que está desarrollando. Ángel Casanova asegura que el Concello de Narón es conocedor de todas estas cosas, puesto que los agentes de la Policía Local realizan constantes mediciones del ruido, además de pedir las licencias.

El primer escrito de protesta lo presentó el 28 de agosto del año pasado y hubo silencio administrativo. El día dos de enero de 2003 reiteró su contenido, que tampoco recibió respuesta, y el pasado día 12 presentó una serie de alegaciones que, por el momento, nadie contestó.

Este documento se refiere, en concreto, al local del número 17, señalando que los fines de semana se producen ruidos excesivos hasta altas horas de la madrugada, algo que considera una “intromisión acústica” y, en definitiva, una “violación” de sus derechos fundamentales.

Ángel Casanova solicita que, por técnicos municipales o una empresa homologada, se efectúe una medición de aislamiento acústico relativo a suelo, techos y paredes del local en cuestión. En esta misma línea, plantea la necesidad de que se constate si los conductos de salida y vertido de gases y humos, así como el sistema de ventilación y refrigeración, cumplen la normativa vigente.

En el escrito presentado en el Concello se pide, asimismo, la verificación de las persianas protectoras y que se efectúen comprobaciones en cuanto a los horarios de cierre y desalojo de clientes.

En el supuesto de que no se cumpla la normativa, Ángel Casanova plantea que se ordene la adopción de medidas correctoras y, en su caso, el cese de la actividad y el cierre del establecimiento mientras no se lleven a efecto dichas modificaciones.

El demandante asegura que las quejas son compartidas por el vecindario.

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