El 90% de las quejas de los vecinos del centro de Alicante son por exceso de ruido

Reclaman la aplicación de la normativa y reivindican su derecho al descanso

Los continuos y reiterados incumplimientos de la normativa de ruidos son, en la mayoría de los casos, los motivos de queja y denuncia formal de los vecinos del Barrio, tradicional zona de ocio del centro de Alicante. Los residentes de esta zona reclaman la aplicación de la ley y reivindican, un fin de semana más, su legítimo derecho al descanso.

M. A. G.

Ya no es novedad. Pasa cada fin de semana. Cada víspera de fiesta, cada viernes y cada sábado. Pero las molestias son las mismas. Y las denuncias se suceden sin que, al parecer, ninguna autoridad competente parezca hacer gran cosa.

Son las quejas vecinales de los residentes del Barrio por los reiterados incumplimientos, por parte de gran parte de los establecimientos de ocio de la zona, de la normativa municipal de ruidos. Los propios vecinos y residentes -el popular Barrio, una de las zonas de ocio más tradicionales de Alicante- reconocen que alrededor del 90% de las quejas y denuncias formales que interponen ante las autoridades se deben a este problema. Además advierten de que muchas veces el local cumple con la normativa o al menos con parte de ella como la necesidad de dotar al local que tienen música de doble puerta, pero también reconocen que en muchos de estos casos, "nadie se preocupa de mantenerla cerrada, con lo cual, nos da igual'', señala una mujer, cansada de "no poder descansar a gusto en su propia casa por culpa de personas que incumplen la ley''.

Los residentes del barrio reiteran su demanda a las autoridades de hacer cumplir la normativa y reclaman su derecho al descanso, un derecho "que no se respeta ningún fin de semana''.

En los últimos siete meses el departamento municipal de Aperturas ha ordenado la suspensión de ocho establecimientos por sobrepasar el nivel sonoro permitido. La semana que el local no pude, por orden municipal, poner música, los vecinos respiran, pero "es tan breve y hay tantos juntos que casi no te enteras'', señala un anciano que reside junto a uno de los últimos establecimientos sancionados, en la calle Mestre Martínez.

Los vecinos reclaman que se siga aplicando la ley "con mano dura''. Dicen que habría que arbitrar medidas más "disuasorias'' como "cerrar completamente durante un tiempo determinado a aquellos establecimientos reincidentes o poner multas económicas importantes''.

Más noticias de este mes | Último mes | Índice general de noticias
Página principal de ruidos.org