Solicitan una línea de subvenciones municipales para reducir el ruido

Los pubs piden ayudas para instalar doble ventanal en las zonas de copas

M.F.

Cada semana, de jueves a sábado, los vecinos del Orzán van de copas, aunque se queden en casa. El ruido se cuela por los cristales, convierte la cama en una discoteca e impide conciliar el sueño hasta que las calles quedan vacías. Al menos, esto es lo que denuncian desde la asociación vecinal y el principal motivo de enfrentamiento entre los que quieren dormir y aquellos que buscan estirar la noche. Para facilitar la convivencia, los pubs solicitarán al Ayuntamiento que financie la instalación de doble ventanal en las viviendas más afectadas por la movida. “Igual que se destinan partidas para rehabilitar edificios históricos, pediremos que se den ayudas como las que ya existen en Madrid y Valencia para insonorizar los pisos de la zona”, explica Héctor González, representante de los locales nocturnos.

“Hay gente a la que no le queda más remedio que dormir con tapones durante los fines de semana para soportar el ruido de la calle”, afirma Auri López, presidenta de la asociación de vecinos del Orzán. La situación es conocida, de jueves a domingo las calles se llenan de gente con ganas de divertirse y los decibelios suben hasta que, en algunos casos, impiden conciliar el sueño de los vecinos, producen verdaderos quebraderos de cabeza y se convierten en el principal motivo de enfrentamiento entre dueños de pubs y residentes.

Y es que casi siempre las molestias no acaban cuando los establecimientos echan el cierre, sino que se prolongan hasta que las pandillas se cansan de estirar la noche en la calle. Para frenar estos inconvenientes, desde la asociación de pubs del Orzán pedirán en las próximas semanas que el Ayuntamiento financie la instalación de doble ventanal en las viviendas con peor insonorización y más perjudicadas por la movida.

Como en Madrid y Valencia

Como explica su representantes, Héctor González, “igual que el gobierno local destina partidas para rehabilitar edificios antiguos, solicitaremos que también costee nuevas ventanas para los edificios”, lo que supone llevar a la práctica una iniciativa que ya existe en ciudades como Madrid y Valencia. En estos casos, los ayuntamientos asumen un porcentaje de la instalación -en algunos financian hasta el cincuenta por ciento- para hacer más llevadera la inversión que, en función del edificio, puede rondar los 300 euros.

Los dueños de los pubs dicen que ellos no son responsables del ruido de la calle y, por eso, creen que el Ayuntamiento debe tomar cartas en el asunto para facilitar la convivencia entre los residentes en las zonas de copas y los cientos de coruñeses que se divierten por la noche.

Sin embargo, desde la asociación de vecinos consideran “injusto que con el dinero de todos se quiera tapar las carencias de los establecimientos mal insonorizados”, recrimina Auri López. En este sentido, la presidenta de los vecinos del Orzán defiende que los propios bares de copas asuman este coste porque “son los que se benefician de la movida”.

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