Cáceres, 15/3/3 La Junta no cambiará el horario de bares hasta ver cómo resulta la Ley del Ocio
J. J. GONZÁLEZEl ocio nocturno va a cambiar radicalmente de escenario si se aplica la Ley Anti-botellón. No se podrá beber en la calle y puede que el público no tenga más remedio que estar en los bares y pubs. De esta manera, los establecimientos hosteleros se verían beneficiados y la nueva situación podría dar lugar a que ni siquiera necesitasen alargar el horario de noche, como pretenden ahora los dueños de locales de copas. Esta posibilidad fue planteada ayer a este periódico por parte del director general de Administración Local de la Junta de Extremadura, Manuel Caballero, quien con ello expresa la disposición del Gobierno regional a esperar los resultados y el cumplimiento de objetivos de la Ley de Convivencia y Ocio aprobada el jueves por la Asamblea antes de entrar a debatir sobre la posibilidad de cambiar los horarios de los bares. La aplicación de la ley, con la prohibición del botellón, «puede tener una repercusión positiva en sus negocios», afirma Caballero en relación a la reivindicaciones de los hosteleros de la noche cacereña. Para él, la nueva normativa ofrece otras posibilidades al mundo de la hostelería, como las sesiones sin alcohol para los menores, por ejemplo. De esta manera, insiste en que hay que esperar los resultados de la ley y el nuevo escenario que dibujará en el ocio de los jóvenes y la población en general. Ley de EspectáculosSerá a partir de entonces (aunque ya no daría tiempo en esta legislatura, que acaba en mayo) cuando se podría entrar a discutir un posible cambio de horarios de bares, pero no sólo los horarios sino todo lo relacionado con los locales y espectáculos públicos, como acondicionamiento de los mismos, aperturas, licencias, medidas de seguridad, etcétera. Todo ello será incluido, según anunció a HOY el director general, en una Ley de Espectáculos públicos, hasta ahora inexistente en la comunidad autónoma. La regulación en este ámbito se recoge en un reglamento estatal. La ampliación del tiempo de apertura en una hora más (como en Andalucía) es ahora mismo el caballo de batalla del gremio de locales de copas y ello motivó la manifestación del jueves. Sobre la manifestación, Caballero matiza que están en su derecho constitucional, pero afirma que la Junta «no está dispuesta a romper el consenso por presiones externas». Se refiere al consenso alcanzado por las administraciones y los propios hosteleros y los vecinos en 1996, cuando se elaboró la orden de horarios en vigor. La Junta, en un comunicado hecho público ayer, insistió en este mismo mensaje: no está dispuesta a romper el consenso «bajo ningún concepto», aunque el director general acepta que se aborden nuevos horarios en el contexto de la futura Ley de Espectáculos Públicos. En todo caso, advierte de que no quiere decir que se deban ampliar sino buscar de nuevo el consenso en esa ley «y a lo mejor hay que mantenerlos o aumentarlos o disminuirlos», dice. En su opinión, el problema que generan los horarios es específico de Cáceres ciudad y ello se debe «a que el Ayuntamiento ha hechola vista gorda desde 1996 (desde que está en vigor la normativa de la Junta sobre la materia) y la ciudad se llegó a convertir en una 'isla', como dijo el propio delegado del Gobierno. Y el problema se le ha ido de las manos». La Junta entiende que el horario no es el principal problema de la hostelería en Cáceres ciudad sino la falta de variedad y hasta calidad en la oferta de locales. Y considera que no cree razonable defender que con una ampliación de horarios la ciudad dejase de tener problemas y «resucitase», en referencia a la manifestación de los dueños de locales de copas, manifestación que, según repara la Junta, tuvo «escaso seguimiento entre los universitarios». También recuerda el ofrecimiento del presidente de la Junta a los hosteleros, en el sentido de que si desaparecían los problema de los ruidos se empezaría a hablar de nuevos horarios «y hasta la fecha no hemos tenido respuesta de los hosteleros». Sobre la Ley del Ocio se pronunció ayer el alcalde cacereño, José María Saponi, quien la calificó de positiva, aunque con reparos pues cree que pasa, «como una patata caliente» a los ayuntamientos la decisión de buscar lugares alternativos para el botellón y un ocio controlado, para lo que pedirá colaboración económica a la Junta. Recordó que sigue pendiente el proyecto de creación de un espacio en el recinto ferial, idea presentaron unos promotores y que dará lugar a un concurso. Y delegado del Gobierno en Extremadura, Óscar Baselga, dijo que la ley es «un instrumento positivo», pero lamentó que se haya elaborado sin contar con los ayuntamientos. Cree que hacer cumplir la ley (evitar que la gente beba en la calle) tendrá dificultades y pidió a todos colaboración para evitar que la aplicación ocasione alteraciones del orden.
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