Teruel, 15/3/2003 Los propietarios de los bares de copas de Teruel se resisten a colocar limitadores de sonido
El sistema, que debía haber comenzado hace tres meses, centra una reunión entre hosteleros y AyuntamientoCHEMA RODRÍGUEZLos establecimientos hosteleros de "la zona", el punto del Centro Histórico donde se acumulan la mayoría de bares de copas en la capital turolense, todavía no han empezado a instalar limitadores de ruido, a pesar de que una ordenanza municipal obligaba a su puesta en marcha desde el pasado 31 de diciembre. Las diferencias entre lo marcado por el Ayuntamiento y las pretensiones de los hosteleros han impedido que se comience a medir el sonido de muchos de los bares, con las consecuentes molestias que provocan a los vecinos del barrio. Por este motivo, propietarios y Ayuntamiento mantuvieron ayer una reunión, que se prolongó por espacio de tres horas, y en la que se trataron de acercar posturas. Los dueños de bares de copas solicitan que los aparatos que se coloquen no sean limitadores, sino que sólo registren el sonido que se genera en el interior del local. También pretenden un sistema de calibración en función del aislamiento que tenga el bar. Según el portavoz de los propietarios de bares de "la zona", Manuel Bullón, "hemos hecho muchos esfuerzos para cumplir la normativa, como más insonorización o poner una doble puerta a la entrada". Sin embargo, la puesta en marcha de los limitadores es el tema que más se ha retrasado, sobre todo, porque todavía no los han adquirido. Según estimaron los hosteleros, cada aparato podría costar más de dos mil euros, por lo que están buscando ayudas por parte de la Administración para poder adquirirlos. Buena disposiciónEl concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Teruel, Carlos Muñoz, afirmó ayer, una vez finalizada la reunión, que ya han comenzado las inspecciones a distintos negocios que tenían denuncias pendientes, con el fin de evitar que se sigan sucediendo problemas de ruido. Sin embargo, apuntó que los dueños de los bares habían mostrado "muy buena disposición" durante el encuentro para poner en marcha por fin la ordenanza municipal. Los que no están tan conformes son los vecinos de "la zona", que siguen sufriendo las molestias ocasionadas por los bares durante los fines de semana. Su presidenta, Mª Carmen San José, solicitó ayer que "se cumpla la ordenanza de inmediato" y afirmó que en este tema "sólo los que vivimos aquí somos los afectados", ya que "seguimos soportando muchos ruidos". En este sentido, Manuel Bullón, pide que no se responsabilice a los bares de los problemas que acarrea la gente que se queda en la calle. "Nosotros no tenemos la culpa de la aglomeración de personas a las afueras de los bares", dijo Bullón, a lo que añadió: "Por poner un limitador, el ruido no va a desaparecer de la calle". Estas declaraciones no sirvieron para calmar a la presidenta de los vecinos, quien explicó que el pasado jueves "tuvimos que avisar a la Policía porque había sitios que no habían cerrado a las cinco de la madrugada", cuando la normativa establece el horario de cierre a las tres y media. San José se muestra partidaria de adoptar medidas duras "si no se comienza a cumplir de una vez lo pactado", por lo que ha convocado a los vecinos para mantener una reunión la próxima semana. En ese encuentro, los habitantes de la zona decidirán cómo actuar en el caso de que no se proceda a la implantación de los limitadores de sonido. Los dueños de los "pubs" ya solicitaron a principios del mes de enero que se aplazaran las medidas de control de ruido y que se aplicaran sólo en los locales conflictivos, una petición que fue rechazada por la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Teruel.
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