Mérida, 14/3/3 El recinto ferial es la alternativa local al botellón del río y la zona centroLos vecinos apoyan la ley, pero lo que piden es que esta vez se cumpla
El botellón de Mérida tiene muchas papeletas para trasladarse al recinto ferial, al menos eso es lo que pretende el Ayuntamiento e incluso apoyan esa opción los candidatos a la alcaldía de los partidos mayoritarios, PP y PSOE, de cara a las próximas elecciones. Entre los pubes y bares locales, hay por ahora poca información sobre la nueva ley y hay división de opiniones sobre sus resultados. En principio, casi todos creen que esa zona del recinto ferial, en la que aún no hay viviendas cercanas, puede ser una solución, al menos transitoria, para reducir algunos de los problemas derivados del botellón tales como los ruidos y la suciedad que provoca. El alcalde de Mérida Pedro Acedo anunció ayer que la opción del recinto ferial es un ofrecimiento que realiza el Ayuntamiento, pero que de ningún modo ello significará que se vaya a obligar a los jóvenes a utilizarlo. «Ya lo tenemos casi todo preparado, y sólo falta dotarlo de alumbrado, y de unos servicios móviles, lo que se hará en estos próximos meses. Es un buen sitio porque está al aire libre, y además está cerca del centro para ir andando, sin tener que coger el coche», advirtió. Acedo reconoció que aún no conocía muy bien la nueva ley, pero aseguró que el Ayuntamiento hará cumplir su contenido. Hay que recordar que el alcalde emeritense fue uno de los primeros en la región en defender la prohibición de beber alcohol en la calle por el mal ejemplo que se daba a los niños. Dudas de los vecinosPero los vecinos que llevan varios años padeciendo el botellón a las puertas de su casa no están demasiado convencidos de que de buenas a primeras vayan a poder dormir tranquilos. Maribel Fernández, presidenta de la Asociación para la Defensa de los Afectados por los Ruidos, no tiene la menor duda a la hora de valorar la ley que ayer aprobó la Asamblea. «Nosotros creemos que es una buena ley. Nosotros somos espectadores de primera línea en este problema y no podemos permanecer impasibles, primero porque tenemos la obligación de proteger a los más jóvenes y luego, algo que también es fundamental, porque no se puede permitir que se siga molestando permanentemente a los vecinos.» Pero la presidenta de la asociación no oculta sus dudas sobre la eficacia de la nueva ley. «El miedo que tenemos es que las leyes no se cumplen; se hace una ley, y otra y otra, y luego no se cumple. Por ejemplo, eso nos acaba de pasar en Mérida con una ley sobre los ruidos de los motos, la hacen y luego se olvidan de hacerla cumplir.» A la hora de valorar la posible nueva ubicación del botellón de Mérida, Fernández cree que el recinto ferial puede ser un lugar aceptable aunque, matiza, «siempre que allí no se moleste a ninguna persona, porque en ese caso lo único que haríamos sería trasladar el problema de una a otra parte». Los jóvenes tendrán que coger los coches para volver después de haber consumido alcohol y eso supone una situación de riesgo y peligro».
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