Palencia, 7/3/2003 Farsu recordará al alcalde su promesa electoral de cambiar la ordenanza del ruido
La agrupación vecinal acudirá al pleno para reclamar que se instalen sonómetros en los bares conflictivos Escolástico Fernández cree que llevar el problema a los tribunales divide a la ciudadanía entre la cárcel y el hospital La Federación de Asociaciones para el Respeto Social y Urbano (Farsu) acudirá nuevamente al pleno del Ayuntamiento para recordar al alcalde de Palencia, Heliodoro Gallego (PSOE), su compromiso electoral de modificar la ordenanza municipal de ruidos. Según Farsu, el regidor socialista se comprometió hace cuatro años a aplicar nuevas medidas de control de los ruidos con la aplicación de nuevas tecnologías informáticas, lo que la agrupación vecinal interpreta como la colocación de medidores de ruidos en los establecimientos conflictivos. El presidente regional de Farsu, Escolástico Fernández, cree que este sistema evitaría la actual situación, que obliga a efectuar las mediciones con la invasión de los dormitorios de los afectados a altas horas de la madrugada. Asimismo, el representante vecinal destaca que a menudo, cuando la Policía Local acude a la medición, el establecimiento se percata de su presencia o recibe algún aviso, lo que se traduce en una repentina reducción de la emisión de los ruidos. Escolástico Fernández recuerda que a lo largo de todo el mandato Farsu ha venido reclamando al gobierno municipal que el Ayuntamiento mejore su ordenanza del ruido y la colocación de los sonómetros en aquellos establecimientos con precedentes conflictivos, ya que estos aparatos obrarían como medida disuasoria, además de registrar sin necesidad de denuncia los niveles reales de ruidos emitidos en cada momento. El dirigente de Farsu destaca que, tras mantener una mesa negociadora, el gobierno municipal optó por no cambiar la ordenanza, ante la oposición de «la otra parte», en referencia al sector de la hostelería. Para Escolástico Fernández, la actitud del Ayuntamiento conduce a que los ciudadanos tengan que acudir a los tribunales, como ha sucedido con los casos de la discoteca Chapó y el disco bar Podium. «Así sólo se va a conseguir que la mitad de la ciudadanía esté en el hospital, por los perjuicios, y la otra, en la cárcel», concluye el presidente de Farsu.
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