Un acuerdo con el alcalde frena las protestas por los ruidos de los pubs Proponen una zona de ocio alejada de las viviendas

Fancisco Blaya se compromete por escrito ante los vecinos de Playa Grande a acabar con los locales no insonorizados y con el 'botellón'

Pedro Chico

Durante la reunión se llegó a un compromiso por el que el Ayuntamiento asume las reivindicaciones de los vecinos en lo que se refiere a acabar con la contaminación acústica, mejorar la seguridad vial e incrementar la presencia policial.

Por otra parte, los vecinos felicitaron al alcalde por la erradicación del problema de los mosquitos y por la mejora de la limpieza en toda la zona.

Tanto Blaya como el presidente de la asociación, Antonio García Ruiz, acordaron realizar un seguimiento de los compromisos adoptados en la reunión.

El alcalde se ha comprometido por escrito a ir solventando los problemas que aquejan a esta zona, donde existe un buen número de locales de copas, que son la raíz de las protestas. En concreto, promete arremeter contra los locales no insonorizados, perseguir el botellón y reforzar las patrullas nocturnas de la Policía Local. Blaya afirmó que las reivindicaciones de los vecinos «son justas» y que son problemas que se vienen arrastrando desde hace muchos años, sin que se haya hecho nada por resolverlos.

«Vamos a poner -añadió- una mayor presencia policial en las calles, para evitar actos de vandalismo, y fortalecer la seguridad viaria con la señalización de los pasos de cebra y la instalación de pasos elevados».

García Ruiz mostró su esperanza de que los problemas se vayan resolviendo: «Vamos a dar al actual equipo de gobierno un margen de confianza, ya que solo lleva un par de meses al frente del Consistorio».

«Ante el talante dialogante que ha mostrado el alcalde -agregó- hemos tomado el acuerdo de desconvocar la concentración, que sólo pretendía dar a conocer el problema. Afortunadamente, el alcalde ha sabido reaccionar a tiempo». El alcalde, Francisco Blaya, y el presidente de la Asociación de Vecinos de Playa Grande, Antonio García Ruiz, han coincidido en que la solución a los problemas actuales de las zonas de Playa Grande y Castellar -donde se encuentra situado el 80 % de los locales de copas del municipio-, pasa por construir un centro de ocio para los jóvenes alejado de los apartamentos, como es el caso del Zig-Zag de la capital murciana, el puerto deportivo de Alicante o La Marina de Benalmádena.

Blaya y García Ruiz han afirmado que las nuevas generaciones necesitan un espacio donde divertirse y hay que facilitarles la oportunidad de pasárselo bien, lejos de viviendas a cuyos propietarios puedan molestar.

Pero el botellón es el problema más grave. Los precios de las bebidas de los pubs son muy elevados para el nivel adquisitivo de los jóvenes y muchos no pueden pagárselas.

A esta cuestión la sigue el hecho de los ruidos de los locales que no se encuentran acondicionados para desarrollar la actividad, ya que suelen ser locales pequeños, que montan barras en las terrazas, por lo que los clientes están, en su mayoría, en el exterior de los mismos.

Ante este panorama se va a efectuar una ronda de contactos entre la institución municipal y la asociación de vecinos. Antonio García Ruiz considera que los locales no insonorizados podrían ser reconvertidos a otro tipo de actividad, como tiendas, cafeterías, hamburgueserías o heladerías.

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