Vitoria, 15/08/03 120 padres descubren por una carta del Ayuntamiento que sus hijos beben alcoholEl 66% de los menores tienen 15 ó 16 añosLa Policía Municipal les sorprendió en pleno botellón en parques, colegios y soportalesDAVID GONZÁLEZ120 padres vitorianos han descubierto, en lo que va de año, que sus hijos adolescentes consumen alcohol cuando salen de marcha. Todos ellos se enteraron al recibir una carta enviada por la Policía Municipal, que utiliza este recurso como medida de prevención para evitar el consumo y la venta de estas bebidas entre menores de edad. La mayoría de los jóvenes identificados -el 66%- tenía de 15 a 16 años. Al igual que sucedió el año pasado, casi uno de cada cinco aún no había celebrado su decimocuarto cumpleaños. Por el contrario, las chicas perdieron la mayoría en favor de los chicos, 36 y 84, respectivamente. En 2002 ocurrió justo lo contrario. La misiva con membrete del Ayuntamiento alerta a los progenitores de que su hijo ha sido pillado in fraganti . Además, aporta un número de teléfono para asesoramiento y ofrece unos consejos mínimos. «Con esta iniciativa buscamos sensibilizar a los padres y a los propios hijos sobre un hábito que puede acarrear muchos y graves problemas», dijo un portavoz municipal. Curiosamente, a las charlas convocadas por el Consistorio sólo suelen acudir las madres. En lo que va de 2003, los efectivos de la Guardia Urbana -que actúan en colaboración con el Departamento de Salud y Consumo (Demsac)- sorprendieron a los adolescentes en parques, colegios, soportales y jardines. En este sentido, la plaza de la Brullería, en el Casco Viejo, se ha convertido en el bastión del culto al botellón. Las noches de los viernes y sábados, decenas de jóvenes alaveses se reúnen en el céntrico enclave alrededor de litronas y botellas. Esta práctica ha generado numerosas quejas vecinales. Tres denunciasLas críticas han provocado que sea uno de los lugares más controlados. Pero no el único. Hasta el 13 de agosto, los agentes habían efectuado 213 inspecciones en bares, parques públicos y colegios. Pero también en tiendas y supermercados para controlar posibles ventas a menores. Las pesquisas se han traducido en tres denuncias a establecimientos. Hace doce meses, el número de locales infractores fue de ocho. El mayor descenso se ha producido en el sector de la hostelería, que ha pasado de siete bares expedientados a uno.
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