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Vecinos del ruido, la bebida y el insomnio
Juan Ruiz
Blanca Gutiérrez y su hijo de 3 años no pegaron ojo hasta las cuatro de la madrugada del domingo. Desesperada por el estruendo de los jóvenes que abarrotaban la plaza del Sol, llamó a la Guardia Urbana a la 1.30.Dice que el ruido no cesó hasta dos horas más tarde, cuando los empleados de BCNeta llegaron con las mangueras. Entonces, ella y su hijo pudieron dormir.
Los vecinos de este lugar declaran que llevan "cinco años" sufriendo el ruido. Pero nunca como este año, y menos aún como este verano. "Ahora es todos los días", afirma Gutiérrez. A su hijo se le cierran los párpados por la noche pasada. Cerca de ellos, un rezagado de la madrugada dormita en los escalones de la plaza.
"Llevamos mucho tiempo quejándonos, y no nos hacen caso", apunta Ana María Castillo, otra residente. "La Guardia Urbana se queda en una esquina mirando, sin hacer nada".
De ahí los incidentes del jueves pasado, cuando un vecino lanzó piedras a los ocupantes de la plaza. "Hay gente que piensa que hasta que no corra la sangre seguiremos sin poder dormir".
No sólo se trata de un problema de sueño. Los vecinos también denuncian la inseguridad. Al marido de Gutiérrez le atracaron a las 3.30 horas, con la plaza a rebosar.
Los residentes, aun así, reconocen que el servicio de limpieza funciona, y también comprenden las causas de este fenómeno. "Los jóvenes ahorran bebiendo en la calle", afirma Castillo. "Pero no puede ser a nuestra costa".
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