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Barcelona, 131/8/2001
Las llamadas al 092 por molestias de ruidos han aumentado un 24%
- La Guardia Urbana ha atendido las denuncias telefónicas de 12.015 vecinos de enero a julio
- Las ordenanzas prohíben usar aparatos ruidosos entre las diez de la noche y las ocho de la mañana
MAYKA NAVARRO / BARCELONA
Las llamadas al teléfono de la Guardia Urbana de Barcelona (092) para denunciar molestias por ruidos han aumentado, hasta julio de este año, un 24% en relación al mismo periodo del 2000. Si hasta el 31 de julio del año anterior, los operadores de la sala del 092 habían recibido 9.678 llamadas, este año ya se han gestionado 12.015 quejas.
Por apartados, las molestias por ruidos son las que lideran la lista. "Nuestra labor es esencial para evitar que los enfrentamientos vecinales degeneren en conflictos graves. Muchas veces, cualquier tontería entre dos personas, por el volumen de un simple televisor, puede acabar en reyerta si no mediamos. Por eso, es bueno que la gente llame sin pudor al 092 antes de intentar solucionar el problema por su cuenta", explica el sargento Sergi Amposta, responsable de la oficina de comunicación de la Guardia Urbana.
NI LAVADORAS NI TELES ALTAS
La ordenanza municipal de medio ambiente estipula que entre las diez de la noche y las ocho de la mañana está prohibido el uso de electrodomésticos ruidosos. Y aquí se incluyen desde las lavadoras hasta los siempre conflictivos aparatos de música o televisores. Además, las personas no pueden cantar ni realizar actividades ruidosas que puedan perturbar el sueño de sus vecinos.Los guardias urbanos han notado también un aumento de las molestias por música. Estas han crecido mucho y han pasado de 2.898 llamadas a 4.180. En cambio, las quejas por animales han bajado ligeramente y han pasado de las 1.351 llamadas del año pasado a las 1.219 que se han tramitado hasta ahora.
La legislación municipal advierte a los propietarios de animales domésticos de que está prohibido que éstos permanezcan solos en sus domicilios durante más de 12 horas, si su soledad perturba el bienestar del resto de los vecinos.
Esta función de policía administrativa es una de las labores en la que los guardias urbanos adoptan el perfil más cercano al agente de barrio. Cada operador de la sala del 092 atiende las llamadas de su distrito y ya conoce, de sobras, a los vecinos fiesteros reincidentes, o a aquellos a los que les gusta quejarse por gusto. "También están, aunque pocos, los que se aburren y nos llaman para denunciar molestias que, cuando aparece la patrulla, siempre desaparecen", indica Amposta.
Otras llamadas al 092, sin embargo, no se olvidan. La madrugada del viernes pasado, por ejemplo. Unos vecinos llamaron alertando de los gritos de una niña. La pareja de guardias urbanos encontraron a la pequeña sola en su casa. Estaba muy asustada y enferma. Quizá esa llamada le salvó la vida. "Que la gente confíe en nosotros y nunca duden en telefonear", insiste Amposta.
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